El grupo municipal de Vox estaba compuesto por dos personas, la portavoz, Coto, y Hugo Huerta. Pero éste abandonó el partido y pasó a ser concejal no adscrito.
"El grupo municipal Vox no puede desaparecer por la voluntad de un tránsfuga, tal y como recoge nuestra jurisprudencia. Lo contrario resulta ablatorio para quien permanece fiel al partido y para el partido mismo", ha explicado Coto, que ha añadido que ha encargado un informe jurídico encargado sobre el asunto.
Según Coto, un tránsfuga "no puede suponer que se me apliquen a mí las normas que regulan a los concejales no adscritos porque en tal caso se estaría forzando a quien se mantiene fiel al partido a pechar con la decisión de un concejal disidente, lo cual resulta un completo despropósito y, desde luego, se aleja de la legalidad constitucional y ordinaria en la materia, como han recordado nuestros tribunales".
Coto ya dispone del informe jurídico encargado a un prestigioso bufete de abogados, que recoge que “la eliminación del nombre VOX a nuestro Grupo Municipal, como propuso Taboada y acogió con sumo gusto Canteli, no es conforme a Derecho y valoramos un recurso contencioso”.