Foro defiende haber expulsado a Vox. La polémica del FICX puso en evidencia, a juicio del portavoz del equipo de gobierno, que las decisiones de Gijón corrían riesgo de adoptarse a 500 kilómetros, en Madrid. Ni Foro ni PP estaba dispuestos a permitirlos y se adoptó la decisión. La gestión municipal es ahora más sencilla, dice Salvador, al ser únicamente dos partidos. Reconoce también que la relación dentro del ejecutivo local es mejorable, aunque entiende que es lógico que haya tensiones entre los socios porque todos los concejales quieren más recursos.
La pieza clave en este nuevo gobierno es Oliver Suárez. El presidente de Divertia asume que habrá quien le llame tránsfuga, aunque es un término político que no se ajusta a su caso. Se centra en trabajar al frente de Divertia, para la cual tiene muchos planes, que nos cuenta. Se le nota desilusionado y decepcionado con su ex partido, Vox, donde vio cosas que no le gustaron. Lo que más daño le ha hecho son los ataques personales sufridos, pero dar estabilidad al cambio de gobierno que pidieron los gijoneses, dice, pesaron más. Eso sí, afirma que es "rotundamente falso" que todo estuviese orquestado de antemano. Afirma que advirtió a su partido de lo que iba a pasar si continuaba con sus planes para el FICX.
Vox, principal damnificado en los cambios de gobierno, insiste en que su ex compañero es un tránsfuga y es consciente de que le dejarán pintar poco en lo que resta de mandato. Se centrará en presentar propuestas útiles, cuentan.
El Psoe lamenta que la alcaldesa haya elegido vivir en un "realismo mágico" y cree que los gijoneses saldrán mal parados. La calidad democrática ya se ha visto perjudicada.
IU espera que impere la cordura, que empezaría por sacar a Oliver Suárez de Divertia. Y advierte que ya van dos crisis de gobierno en menos de 6 meses.
Podemos cree que la salida de Vox no es efectiva porque sus políticas siguen ahí.