Según el último barómetro de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, si hoy se celebrasen elecciones generales, el PSOE obtendría 99 escaños, con apenas un 25% del voto. Son 22 menos que en las últimas elecciones, y certifican el deterioro de una coalición marcada por la inestabilidad parlamentaria. Los escándalos judiciales y el desgaste interno. A esto se suma la dimisión de Santos Cerdán y la investigación sobre Leire Díez, la exmilitante socialista señalada por maniobras para desacreditar a jueces y mandos policiales.
Caída en picado de Sumar
En paralelo, Sumar se hunde con solo 8 escaños (6,3%) y Podemos no levanta cabeza, con un 3,8% del voto, quedaría reducido a tres diputados. Ni siquiera el golpe de efecto de proclamar a Irene Montero como candidata ni su discurso contra el Gobierno por "cómplice del genocidio en Gaza" han servido para frenar la sangría.
Subida del PP
El PP, por el contrario, capitaliza el desgaste del ejecutivo. El partido de Alberto Núñez Feijóo lograría 153 escaños (35,5%) y podría gobernar con Vox (54 escaños), sin necesidad de incorporarles al Ejecutivo. Juntos sumarían 207 diputados, dejando atrás al bloque de investidura. Una semana que, según el sondeo, podría devolver a la derecha al Palacio de la Moncloa.
Mientras tanto, el clima social no ayuda al PSOE. Escándalos como el presunto acoso de Paco Salazar, o los audios machistas de Ábalos y Koldo comentando la apariencia de prostitutas, han hecho mella especialmente en el voto femenino. Y por si fuera poco, las declaraciones de Feijóo desde el Congreso acusando a Sánchez de beneficiarse "a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución" que regentaba su suegro han marcado un nuevo punto de tensión.
Irrupción sociológica en Cataluña
En la esfera nacionalista, Junts, ERC y el PNV mantienen posiciones. Pero la encuesta anticipa una irrupción sociológica en Cataluña: Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa Sílvia Orriols, obtendría representación si se presentara, sustituyendo al espacio que antes ocupaba la CUP. Ella misma, no obstante, ha descartado concurrir. "Aliança no es ninguna agencia de colocación. Es el partido que salvará a Cataluña".
Defensa de Sánchez a su gestión
Con este telón de fondo, Sánchez defiende hoy que el Gobierno ha cumplido ya el 45% de sus objetivos. "Yo me fijo en los datos", dijo en su reciente gira por Latinoamérica. Asegura que el Ejecutivo aprueba nueve de cada diez leyes en el Congreso, pese a estar en minoría. Y aunque evita hablar de una posible remodelación del Gobierno en septiembre, sí insinúa que encara la segunda parte de la legislatura con energía renovada: "Estoy bien y estoy fuerte".
Pero las cifras apuntan a otro lado. La popularidad de Sánchez ha caído siete puntos desde mayo. Según SocioMétrica, el 69% de los españoles cree que debería dimitir. Entre los jóvenes, el porcentaje sube al 75%. La imagen de desgaste del presidente se acentúa, y la posibilidad de una remontada electoral se aleja cada vez más. El curso político cierra con la mayor brecha entre Moncloa y la calle desde que Sánchez llegó al poder.
