Y el Pitu Abelardo hasta aquí llego. Cuestionado desde la llegada del Grupo Orlegi, aunque reforzado por su pasado al que no quisieron hacer frente los mexicanos nada más aterrizar en Gijón, el único actor principal que quedaba de la 'Era Fernández' fue despedido el domingo a primera hora cuando se disponía a entrenar. Es el tercer despido de Abelardo (uno en el filial y dos en el primer equipo), y posiblemente uno de los más dolorosos para el gijonés que no se cansó de decir que su labor de esta temporada tenía incluso más mérito que la del ascenso con los Guajes.
Las declaraciones del técnico, hablando siempre en primera persona y reivindicándose, separándose de las decisiones de Orlegi y poniendo en el disparadero a los jugadores al final de los partidos (Pedro, Gragera, Rivera, Cristo, Jordan, Jony, Milovanovic, Djurdjevic y hasta Jeraldino fueron señalados en algún momento) y haber ganado sólo uno de los 12 últimos partidos con el equipo a 3 puntos del descenso fueron la sentencia definitiva para Abelardo, sentencia que posiblemente trajeran firmada y sellada por Alejandro Irarragorri los representantes del club que acudieron la pasada semana a México. Abelardo ya vivió un momento de extrema debilidad antes del partido de lunes ante el Eibar, pero salvó la cabeza con la victoria y gran actuación del equipo ante los armeros.
Y a Rey muerto, Rey puesto. Llega Miguel Ángel Ramírez (Agaete, Las Palmas, 1984), un técnico completamente desconocido para la inmensa mayoría de los aficionados que sí cosechó éxito en Ecuador (ganó la Copa Sudamericana con Independiente del Valle en 2019), pero que tampoco evitó destituciones en sus experiencias en Brasil y Estados Unidos. Con pasado en las categorías inferiores de Las Palmas y Alavés, se fue a hacer carrera en el fútbol a Qatar, donde fue seleccionador sub14, sub17 y ayudante en la sub19. Y hasta ahí, porque la del Sporting será su primera experiencia profesional en los banquillos en España. De él se sabe que le gusta la posesión, que tienen muy en cuenta las virtudes del rival para preparar los partidos, y poco más; perfil Guardiola, guardando evidentemente las distancias. No le gusta NADA el juego directo, precisamente todo lo contrario que Abelardo, que incluso aseguraba que era el fútbol que le gustaba a la afición de El Molinón. Mañana Ramírez dirigirá su primer entrenamiento y después será presentado; el miércoles le espera el Valencia en Copa, y el domingo el Zaragoza con el equipo rozando el descenso.