La investigación policial se inició a principios de año al recibir informaciones anónimas sobre la actividad ilegal que se estaba llevando a cabo en el interior de un bar del barrio de el Llano. La presencia continua de personas en ese local generaba malestar en el vecindario. La investigación permitió descubrir que los detenidos ocultaban la droga en un piso para posteriormente trasladarla a otros dos pisos, todos ellos en la zona del Llano, donde se preparaban las dosis que finalmente se hacía llegar a los dos establecimientos donde se vendía al consumidor final.
Durante el operativo policial fueron detenidos ocho hombres, cinco de ellos españoles y tres de nacionalidad marroquí, como presuntos autores de un delito de Tráfico de Estupefacientes. Tras la detención se procedió al registro de los bares y pisos en los que se supuestamente se almacenaba la sustancia estupefaciente, donde se hallaron 5,5 kg de hachís, 40.000 euros en efectivo, cuatro pistolas detonadoras, así como efectos para el corte y distribución de la sustancia. También fueron incautados varios teléfonos móviles y cuatro motocicletas utilizadas en para el transporte y distribución de la droga.
Con esta operación policial se da por nautralizado un punto de venta de droga muy activo en el barrio de El Llano con capacidad para distribuir entre ocho y diez kilos de hachís mensuales, quedando esta estructura totalmente desmantelada.