Se vio un Sporting diferente, pero resolvió el partido como siempre. Al menos como siempre desde que está David Gallego: con un Djuka letal en ataque y un Mariño salvador, de nuevo, bajo los tres palos.
El Sporting ante el Burgos tuvo más balón, quiso ser más protagonista, pero queda por ver si fue por un cambio de chip colectivo o por el rival, un equipo recién ascendido que sólo se preocupó por defenderse bien en El Molinón. Las acciones de peligro visitantes, un par de ellas claras, las resolvió Mariño, pero llegaron a balón parado. Eso abre el debate de si la pareja de centrales debe ser la utilizada (Babin-Valiente, los futbolistas de más edad de la plantilla) o hay que ir dando paso a los más jóvenes: Berrocal y Borja López, sin duda más rápidos de movimientos, aunque menos contundentes.
El equipo prepara ya la visita al Heliodoro Rodríguez López, para enfrentarse a un Tenerife que también ha empezado con victoria (1-2 en Fuenlabrada). Para la cita (sábado, 19:30 horas), no hay lesionados nuevos ni sancionados, aunque no parece probable que Berto y Campuzano lleguen a tiempo para el choque.