De líder en solitario a ruina absoluta. Eso es lo que le ha pasado al Sporting de David Gallego en menos de un mes de competición, tras enlazar tres derrotas consecutivas y sumar solo uno punto de los últimos 18 en juego. La sangría es tal que el Sporting sólo ha marcado dos goles en los últimos 6 partidos de Liga. La última derrota, ante la Real Sociedad B en El Molinón, fue absolutamente sonrojante, con una imagen de juguete roto en manos del tercer filial blanquiazul. Los de Alonso tenían incluso más bajas que el Sporting por el Virus FIFA, de modo que no hay ningún tipo de excusa.
El Sporting ya está más cerca del descenso (6 puntos) que del ascenso directo (9), y se encuentra a 4 del play-off, que marca la Ponferradina. Una derrota el domingo en El Toralín podría dejar esas posiciones a 7 puntos, algo totalmente increíble si tenemos en cuenta que hace menos de un mes el Sporting era líder en solitario, con dos puntos de ventaja.
Las buenas sensaciones en los primeros tropiezos han dejado paso a las horribles en los últimos, aunque el discurso de Gallego se mantiene: Trabajar, insistir, trabajar, insistir... El técnico, que el viernes hizo debutar a Santamaría y Oyón, aún no está cuestionado en el Consejo. Gallego tiene crédito suficiente y su puesto no peligra.
El desánimo se ha instalado en una afición sportinguista que no entiende nada y que no sabe hacia donde apuntar: los jugadores no dan un paso al frente (algunos incluso se marcharon el fin de semana de la ciudad y publicaron imágenes y videos de fiestas nocturnas en sus Redes Sociales), el entrenador sigue fiel a su esquema y a sus futbolistas de confianza (no escucha la máxima de "si no quieres que el resultado sea el mismo, haz cosas diferentes") y el Consejo, en su habitual estado de inmovilismo, sigue sin dar señales de vida, ni siquiera para lanzar algún mensaje de calma a la afición.
Con este panorama arranca una semana en la que los entrenamientos de verdad empezarán el martes por la tarde, con partido en El Toralín el domingo a las 20.30 horas