Sienten que se "desvirtúa gravemente el espíritu participativo del órgano" porque no está concebido "como un mero espacio informativo". La representante de la FAPA Miguel Virgós, Verónica Rodríguez, afirma que existe malestar porque no se está tratando al consejo escolar como el órgano de "consulta, propuesta y participación ciudadana en la gestión educativa del municipio" que es.
Hace una semana el concejal de educación, Jorge Pañeda, nos explicaba las novedades. Rodríguez reconoce que algunos cambios introducidos ya fueron debatidos el año pasado, y no niega que algunas modificaciones están bien planteadas, pero recuerda que existía el compromiso de escuchar a las partes de cara a elaborar las ayudas del próximo curso. Algo que no se ha hecho, afirma. Pone de ejemplo algunos errores como seguir sin tener en cuenta los miembros de la unidad familiar a la hora de calcular los ingresos máximos permitidos para acceder a las ayudas.
Esta situación se suma a la ausencia de reuniones del consejo. Debe reunirse cada tres meses, pero no lo hace con carácter ordinario desde octubre de 2024. Verónica entiende el retraso por unos cambios en el servicio, pero advierte que se está terminando el curso y no ven que la reunión llegue. Y hay asuntos, como el servicio de comedor o las obras en los colegios, de las que quieren hablar. Reclaman pues la convocatoria de un Consejo Escolar Ordinario "en el que se puedan abordar con seriedad y transparencia los numerosos temas educativos que afectan a nuestra ciudad".
Con la representante de la FAPA Miguel Virgós recordamos además el momento del apagón de la semana pasada. Entiende los problemas para avisar a los padres y madres de la situación, por lo que centra sus críticas en los días posteriores, sobre todo con lo relacionado con el servicio de comedor escolar en los colegios públicos.
