El acuerdo de colaboración público-privada entre Ayuntamiento de Zaragoza y Amazon Web Services (AWS) para crear un sistema de alerta por inundación en los barrancos próximos a la capital, empezando por el Barranco de la Muerte, genera dudas entre ecologistas como Paco Iturbe, que señala que los casi 14 millones de euros que va a aportar la compañía parecen ser un lavado de cara de la compañía por el ingente consumo de agua que supone la actividad de sus centros de datos.
Iturbe ha señalado, en primer lugar, que el dinero con el que se va a financiar el sistema de sensorización y alerta en caso de desbordamiento del Barranco de la Muerte es mucho menos que el que ingresarían las arcas públicas si la compañía pagase los impuestos que gracias a la famosa alfombra roja para las grandes inversiones se va a librar de pagar.
A falta de conocer más detalles sobre cómo se va a desarrollar esa colaboración, un aspecto que inquieta a este experto es que AWS pueda llegar a asumir decisiones en cuestiones muy sensibles como el control, monitorización y gestión de alertas, que deben ser competencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
