La mala imagen mostrada por el Málaga no puede ser encubierta por la decisión tomada por Muñiz Fernández cuando, a la media hora de encuentro, decidió expulsar al portero argentino Caballero por una mano al borde del área. La acción se puede entender rigurosa pero no es menos cierto que ajustada al reglamento. Para entonces, el conjunto dirigido por el 'ingeniero' ya dio sensaciones negativas y marchaba a remolque en el marcador. Barquero, al cuarto de hora y no sin fortuna, adelantó al equipo revelación de la liga al resolver una acción a la altura del punto de penalti.
Antes de la expulsión de Caballero, el Málaga sólo tiró una vez a portería. Cazorla lanzó un libre directo que Munúa envió a córner. Después llegó el segundo gol del malagueño Juanlu cuando los malaguistas ya estaban con diez. Ahí se acabó el partido, y más aún tras el fallo clamoroso de Rubén, sustituto de Maresca para reemplazar el hueco dejado por Caballero en la portería. La indecisión del gallego la aprovechó Kone para lograr el tercero y apuntillar al Málaga.
El segundo tiempo, simplemente, no tuvo historia.