Cazorla, lejos de hacer su mejor partido, selló una sufrida victoria ante un rival directo por Europa. Las precauciones defensivas del Athletic provocaban que el juego se cargase en exceso por el centro del campo desde el inicio. Sin embargo, el Málaga volvió a carecer de un creador y, además, acusó el escaso protagonismo de Cazorla, Van Nistelrooy o Baptistas, desaparecidos en esta fase. Eliseu fue artífice del ataque del Málaga con dos disparos que se marcharon fuera por poco. El portugués, más aplicado en su papel de lateral izquierdo, tapó bien las aproximaciones de su rival y, además, subió con criterio al ataque. Baptista, por su parte, estuvo cerca de romper el empate pero su lanzamiento a balón parado se estrelló en la escuadra del incrédulo Iraizoz.
El Athletic sólo puso en apuros en una ocasión a Caballero. Muniain, en una rápida contra, tiró con toda la intención tras una jugada individual pero su lanzamiento se marchó fuera para alivio de los malaguistas. El ataque de los rojiblancos se resume con esta jugada.
En la segunda parte, Cazorla quiso echarse el equipo a sus espaldas con el apoyo de Toulalan, todo un seguro defensivo. Baptista tuvo algo más de presencia pero el ataque estaba carente de frescura. Cuando algo no sale, los cracks tienen que aparecer y el asturiano lo hizo. A la hora de partido, Cazorla envió a la escuadra una falta de forma magistral y el Málaga hizo buena la renta.
Eliseu y Toquero, por ambas partes, pudieron marcar pero el resultado fue inamovible y los tres puntos sitúan al Málaga en lo más alto y con más ilusión. Ahora, toca preparar la cita contra el Zaragoza del próximo domingo en La Romareda.