ELECCIONES GALICIA 2024

Un PP de Galicia tan fuerte como siempre reafirma a Feijóo

Alfonso Rueda consigue tantos apoyos como Feijóo hace cuatro años. Galicia cambia el relato del 23J y Génova celebra que en cuatro meses llegan dos elecciones más.

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Ismael Terriza

Madrid | 19.02.2024 13:59

Alfonso Rueda y Alberto Núñez Feijóo durante un acto de campaña en Galicia
Alfonso Rueda y Alberto Núñez Feijóo durante un acto de campaña en Galicia | Europa Press

Lo del PP en Galicia es un metrónomo. Una constante electoral que se ha balanceado entre ocho puntos, siendo Manuel Fraga principio y fin de la horquilla: del 44,2% de su primera concurrencia (1989) hasta el abuso del 52,5% de su penúltima candidatura (2001). Ha dado igual el candidato, fuera Feijóo antes y Rueda ahora, los populares tienen su Camelot (Rafa Latorre dixit) en el noroeste de la Península.

Solo en 2005 con Zapatero en La Moncloa tuvo el PP que desalojar la Xunta pese a que Fraga se despidió bien arropado. Atesoró 45 de cada 100 papeletas, pero el cofre se lo quedó el socialista Emilio Pérez Touriño. Un hito como aquel ha creído Sánchez, que podía clavar en Santiago y hacerlo con los mismos compañeros de viaje, los nacionalistas del BNG. Sin embargo, ni Sánchez tiene la pujanza del Zapatero de sus inicios, ni el PSOE es el partido de 164 escaños en Carrera de San Jerónimo.

Los números no mienten y mucho menos se dan la vuelta en menos de siete meses. Si el 23J se vendió desde la izquierda como la resistencia frente a la derecha, no quedaba otra a los coaligados que poner a Feijóo frente al tribunal de las urnas. El resultado ya se ha visto, de haber perdido Rueda el Gobierno, Feijóo se exponía a sustraerse del favor de los suyos. Por tanto, asumiendo esa causa-efecto, Ferraz no puede distraer la realidad: el líder del PP gana y no poco. Génova abigarra sus objetivos y celebra que en solo cuatro meses llegan las autonómicas vascas y las elecciones europeas.

El espectacular resultado de Rueda

El presidente Rueda se ha dejado dos diputados en el camino respecto a 2020. En bruto se concluye que es una cesión de terreno, sin embargo, no se compadece con la verdadera fuerza del político pontevedrés. El 47,4% de los votos (a la espera del voto CERA) es solo medio punto menos que lo obtenido por Feijóo hace cuatro años. Vox ni le ha puesto ni le ha quitado apoyos porque se ha plantado en el 2% de entonces.

El mérito de Rueda es que se ha sostenido incluso compitiendo con Democracia Ourensana que no compareció en los anteriores comicios, una formación provincial que lo mismo toma papeletas de izquierda que de derecha. Por tanto, Rueda ha reproducido el mismo papel que el PP ha interpretado en Galicia los últimos 35 años, diez elecciones autonómicas como la de ayer. Con una salvedad, la rendija de 2005 por donde entró la ley D'Hondt.

El peor PSOE de siempre

Hace 19 años al socialista Emilio Pérez Touriño le salieron las cuentas para ser presidente de la Xunta. Aunque se quedó a doce puntos de Fraga pudo juntar sus diputados con los del grupo liderado por Anxo Quintana. Aquella experiencia social-nacionalista duró una legislatura y el 33% de los votos que acumuló el PSdeG fue su récord histórico, como este mes de febrero ha tocado fondo con el 14% de los apoyos. A falta del voto exterior, 700.500 papeletas del PP en las urnas, 207.700 del PSdeG. 40 escaños frente a 9.

Los socialistas de Galicia no solo lamentan el peor resultado de siempre, sino que ha visto cómo se han fugado decenas de miles de papeletas hacia el escaparate nacionalista de Ana Pontón. El PSdeG es ahora la tercera fuerza del parlamento gallego y a mucha distancia del que es uno de sus socios de investidura en Madrid y a quien no ha podido corresponder en Santiago.

Los intrascendentes

Feijóo puede mirar a su tierra y pensar que es posible llegar a La Moncloa sin necesidad de apoyarse en el partido de Santiago Abascal. Vox sigue sin representación, aun pudiendo celebrar que su 2,19% de votos es un 0.03% más de lo que pesan las papeletas de Sumar y Podemos juntas. Es significativo que solo hayan pasado 8 años desde que En Marea celebró su segunda posición en las gallegas. Les votaron 19 de cada 100, ahora esa izquierda se ha hecho solo con 2.

La trascendencia de Democracia Ourensana se limita a que se han hecho con un representante de la nada. El lamento para ellos es que no podrán ser la llave de Gobierno que hubieran deseado girando la cerradura a izquierda o derecha.

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