Al igual que el pasado domingo frente al Levante, al equipo de Eduardo "Toto" Berizzo se le puso de cara muy pronto el encuentro. La expulsión a los ocho minutos del portero rayista Toño, por cometer penalti sobre el danés Wass, condicionó el duelo, sobre todo porque Nolito no erró ante Juan Carlos.
Cierto es que el Celta no lo tuvo fácil para derrotar a un Rayo que en el ecuador del primer tiempo sufrió su segundo contratiempo con la lesión de su central Zé Castro. No se descompuso nunca el equipo madrileño, pese a que el control del juego era absoluto de su rival.
Los celestes tenían el balón pero no creaban peligro. Llegaban al borde del área pero ahí se morían sus ataques. Aun así, disfrutaron de dos ocasiones para aumentar su ventaja antes del descanso. En ambas Juan Carlos le ganó la partida a Iago Aspas, siendo la más clara la segunda, en un mano a mano en el minuto 41.
Pero las opciones del Rayo de puntuar en Balaídos se esfumaron a los cuatro minutos de la reanudación, cuando apareció de nuevo Nolito para superar con un sutil toque al meta madrileño.
Pudo engancharse el conjunto de Paco Jémez al partido con un disparo desde la frontal del ex céltico Trashorras, que, tras tocar en un defensa, se envenenó y cerca estuvo de sorprender a Sergio Álvarez, quien recuperaba la titularidad tras no poder jugar en el Ciutat de Valencia por sanción.
No se asustó el Celta, que continuó atacando y pudo sentenciar el encuentro en el minuto 64, pero de nuevo Juan Carlos se lució ante el disparo cruzado del internacional chileno Fabián Orellana. No fue la única del equipo gallego, que en los últimos metros cerró su triunfo con un gol del central Fontás.