“Simeone se quedará todo el tiempo que quiera”. Es la frase que desde las alturas del Wanda se ha repetido como el mantra del renacimiento rojiblanco. La alegría del título de Liga y la ampliación del contrato al comienzo del verano colocaban al tándem Atlético de Madrid-Simeone en la primera línea de candidatos a los títulos nacionales.
Pero siete meses después de los rojiblancos no queda rastro ni en la Copa (Real Sociedad), ni en la Supercopa (Ahtletic) y la quinta plaza de la Liga, a quince puntos del Real Madrid, obliga a pensar en el Betis como objetivo prioritario y no perder de vista ni al Barcelona, por delante, ni al Villarreal, el perseguidor.
Toca fondo
“Hay que demostrarlo con hechos porque las palabras ya aburren”. Palabras del Simeone más cortante y más frío en los últimos tiempos. No quedan ganas de apelar al apoyo de la afición porque el mensaje se desgastó en las victorias agónicas contra Valencia y Getafe. El gesto del entrenador en cuclillas y la entrada hacia la oscuridad del túnel de vestuarios tras la derrota ante el Levante es la imagen actual del Atlético de Madrid.
Y si se duda del banquillo qué decir de la plantilla. Ninguno, quizá se salve Correa, a la altura de temporadas precedentes y con dudas de si son futbolistas que ya dieron su pico máximo de rendimiento. Oblak, Koke y Luis Suárez forman parte de ese elenco mientras que apuestas como Griezmann o Joao Félix no ha tenido el efecto deseado.
Cristiano Ronaldo en el horizonte
Con este panorama el Atlético de Madrid afronta la visita a Osasuna y el miércoles 24 el partido de ida de la Liga de Campeones contra el Manchester United. El equipo inglés no atraviesa tampoco su mejor momento por lo que la puerta a los cuartos de final está abierta. Quizá sea la oportunidad para revivir la llama que se apaga o para resetear el sistema que no funciona.
El pasado 9 de julio de 2021, en sus redes sociales, Simeone escribía las palabras orgullo, responsabilidad, desafío e ilusión. Todo sigue vigente. Pero en la foto de entonces todos, su cuerpo técnico recién renovado, sonreían.