El Real Madrid puso fin este sábado a su racha de empates consecutivos y lo hizo del mejor modo posible, con una contundente goleada por 1-6 ante el Betis en el Benito Villamarín, un partido que sentenció tras unos intensos primeros 45 minutos y seguir empatado a puntos con el Atlético de Madrid en el liderato de la Liga.
Zinédine Zidane había advertido en la previa del choque que su equipo necesitaba recuperar su intensidad y salir fuerte desde el pitido inicial, y sus jugadores recibieron el mensaje y acorralaron a su rival desde el inicio, ayudados por un tempranero gol que facilitó la tarea.
El actual campeón de Europa firmó seguramente sus mejores momentos de la temporada sin dar demasiadas concesiones a los verdiblancos, desbordados desde el inicio y sin argumentos para contrarrestar la superioridad visitante. Al menos, el conjunto de Gustavo Poyet tiró de carácter para mejorar algo su imagen en la segunda mitad donde su rival se volvió a relajar, en esta ocasión sin consecuencias. Un cabezazo de Varane a un falta lateral lanzada por Kroos abrió el marcador al poco de empezar el partido.
El Madrid se viene arriba
El tanto hizo daño al Betis y dio moral a un Real Madrid, de nuevo afilado por el lado izquierdo con la presencia continua en ataque de Marcelo y con Isco y Kovacevic a buen nivel en el centro del campo junto al recién renovado germano, con el malagueño aportando su talento y con gran despliegue del croata.
El centro del campo bético se vio superado y el equipo madridista llegó sin descanso a la meta de Adán. Cristiano falló el 0-2 y Bale se topó con el palo en las mejores ocasiones visitantes, mientras que el paso de los minutos daba un respiro a los locales, sujetados por el empuje de Piccini por el lado derecho.
Sin embargo, cuando el Betis trataba de equilibrar el partido, el Real Madrid respondió con contundencia, con tres goles en el último cuarto de hora. Un error de Joaquín dejó a Kroos con una contra franca que Benzema, con mejor tono que antes del parón, no perdonó.
Sin tiempo para asimilar este golpe, Marcelo recogió, en posición ilegal por poco, un balón perdido y batió a un Adán, que tampoco pudo hacer nada para detener una demoledora contra tras un saque de esquina a favor de los de Poyet. Pepe la inició y el propio central fue el que recibió el pase de Cristiano que, con inteligencia, cedió a Isco para que este sentenciase el partido.
El público del Villamarín, enfadado
El público del Villamarín ya había mostrado su enfado durante la primera mitad y su enojo se calmó un tanto con la salida de los suyos en la segunda mitad. El equipo de Zidane se dejó llevar con el plácido marcador y su rival, encabezado por Joaquín, no lo desaprovechó para tener sus mejores opciones, culminadas con el tanto de Cejudo, que no desperdició un buen pase de Joaquín tras un error en la salida de Pepe.
El conjunto madridista no reaccionó al tanto local de inicio, pero esperó su momento. Isco culminó su buen partido con un gran gol que volvió a levantar la ira del aficionado verdiblanco contra Poyet, y Cristiano se alivió tras cuatro partidos ligueros sin marcar para cerrar la goleada.