Barcelona 2 - 1 Real Madrid

Por primera vez en mucho tiempo no decidió Messi. No fue al argentino al que despidieron con una tremendo ovación. Otro jugador fue el encargado de poner patas arriba el Clásico y desestabilizar al Real Madrid. Neymar da Silva Santos Júnior. Esas son las señas a las que responde ese hombre.

En la Copa Confederaciones, ya como jugador del Barcelona, dejó algunas muestras de su calidad y anoche el Camp Nou se rindió a su magia. Fue el mejor de un Clásico donde la igualdad fue máxima. Una parte para cada equipo. Ocasiones en ambas porterías y victoria final de un Barcelona que sale más líder de su primer test serio de la temporada.

De inicio ANcelotti sorprendió a todos con un once inesperado: Ramos de centrocampista, Bale de nueve y Carvajal por Arbeloa. Martino no quiso experimientar y sacó el once que se esperaba.

Vista la primera parte el argentino acertó en su planteamiento. El Barcelona dominó el primer acto con fases de gran fútbol ante un Madrid que defendió con disciplina y que buscó el gol en las contras.

Tras diez minutos de respeto entre ambos fue Messi quien inició las hostilidades. Una triangulación entre el omnipresente Neymar y Cesc acabó en las botas del diez que avisó con un disparo desde la frontal.

El Real Madrid, pese a esa primera aproximación, ya havbía vivido esa situación antes, pero a lo que todavía no se había enfrentado era a Neymar. El brasileño metió al ataque azulgrana la electricidad necesaria para desequilibrar a la zaga blanca.

Primero forzó la primera amarilla a Ramos, que sería sustituido en la segunda parte por Ancelotti, y luego abrió el marcador tras cazar un pase de Iniesta. El manchego volvió a ser el faro en ataque.

Antes de cumplirse los veinte minutos metió un pase desde la frontal y por la ziquierda rompió Neymar. Controló, miró y disparo. El balón pegñó en Carvajal y Diego López no pudo hacer nada.

El Real Madrid quedó aturdido y Messi estuvo a punto de mandarlo a la lona con un segundo directo. Otro pase de Iniesta dejó al argentino solo ante Diego López pero esta vez erró lo que nunca falla.

Ahí cogió aire el equipo de Ancelotti, que poco a poco fue recuperándose. Apoyado en un imperial Varane y en un voluntarioso Bale. Antes de la prórroga del descanso se produjo una de las acciones claves.

Cristiano voló por la izquierda y metió un centro raso que Khedira remató de primera. Valdés salvó en primera instancia pero el balón ordó manso hasta tocar la mano de Adriano que se había lanzado para impedir el disparo del alemán. Los jugadcores blancos no tenían dudas pero Unidano no vio nada punible. Con los lamentos blancos llegó el descanso.

El paso por vestuarios refrescó las ideas en el cuadro visitante, que a punto estuvo de quedarse con diez por una falta de Ramos sobre Iniesta. Publico y jugadores pidieron la segunda amarilla pero el colegiado solo le adviritó.

Ancelotti interpretó el problema y quitó al sevillano, marcado por la primera cartulina. Entró Illarramendi en su lugar y con el jugador vasco el Real Madrid comenzó a tener mñás peso en el centro del campo.

El Madrid volcó el campo sobre el área de Valdés. El meta de Hospitalet respondió con firmeza al envite del Madrid. Piqué se multiplicó en el juego aéreo para frenar las acometidas blancas.

El partido se convirtió en un intercambio de golpes, precioso para el espectador, una agonía para los aficionados de los dos equipos. Iniesta y Neymar daban replica a unos minutos de dominio vistante.

Los dos equipos comenzabana a pagar el esfuerzo. Martino y Ancelotti lo veían y comenzaron los cambios. El italiano dio entrada a Jese y Benzema, obligado por el resultado. Tata echo mano de Alexis, Pedro y Song.

A veinte minutos del final el partido enloqueció. En tres minutos pudo cambiar todo. Primero cayó Cristiano dentro del área en una disputa de balón, acto seguido Benzema se topó con el larguero en un disparo esplendido y luego Iniesta respondió con una violenta volea.Un intercambiuo de golpes que esta vez sonrió al Barcelona.

Alexis confirmó su gran arranque de temporad acon un gol de bandera. Luchó con toda la fe del mundo un balón, lo robó y dibujó una obra de arte. Vio a Diego López a mitad de camino y dibujó una vaselina perfecta. El Camp Nou se venía abajo, mucho más tras la el cambio de Neymar, agotado tras el esfuerzo y las emociones.

Todo parecía decidido pero con el Madrid nunca lo está. Cuando el Barcelona dormía el partido perdió un balón en el cnetro del campo, el balón le llegó a Jese y éste definió por debajo de Valdés.

Entrabamos en descuento y nadie se movía en el Camp Nou. No hubo ni tiempo ni gasolina para más. El Barcelona se llevó el primer Clásico y vio como Neymar se consagraba ante su parroquia. Al Madrid le queda remar. Siempre lo ha hecho y esta vez no será una excepción.