El las últimas semanas, se han podido ver noticias como la prohibición de los patinetes en París, por medio de un referéndum popular, o la actuación de la policía en Londres quienes requisaron una colección de unos muñecos negros alegando un delito de odio. Estas actuaciones denotan un carácter general de la población que tiene a prohibir muchos aspectos pero ¿por qué lo hacemos?¿acertamos menos al usar los referéndums para autorizarlas o prohibirlas?
Según Sabino Méndez, "los referéndum dividen a la gente" y "proponen soluciones en blanco y negro, o sí o no, obligan a elegir" aunque se puede saber que "sabemos muy bien que en ella hay muy pocas cosas que sean blancas o negras. Todo es en color, resulta mucho más mezclado, siempre hay una amplia gama de grises y zonas difusas. El problema, explica, está en "obligarnos a elegir y ofrecernos soluciones simplistas y siempre un poco enfrentadas" ya que bajo esta imposición "o aciertas del todo o te equivocas del todo". Un ejemplo de esto podría ser el referéndum del Brexit en Reino Unido para salir de Europa que, a pesar de dar otros resultados en los sondeos, la votación salió a favor aunque no ha ido como se esperaba: "esperaban tener sueldos más altos, aumentar el crecimiento económico. Y resulta que los sueldos no han subido, la economía se ha estancado, la inflación ha crecido y muchos de esos efectos eran previsibles", asegura el colaborador.
En los resultados de las votaciones, uno de los puntos más influyentes puede ser el de "la suerte o el estado anímico de la mayoría" que puede cambiar de un momento a otro "dependiendo de las circunstancias", por lo que, comenta Sabino Méndez, "los humanos inventamos lo que es la democracia representativa, que consiste en crear unos grupos de representantes y que cada grupo nos ofrezca su propio proyecto político y administrativo". Además, agrega, "un referendo es mucho más fácil de ser manipulado" por la concreción del evento al que se puede influir mediante "grandes campañas de propaganda, grandes esfuerzos mediáticos, económicos, gubernamentales", en comparación con el "día a día" de la representación democrática".
Uno de los puntos que más describen a los referéndums es su preferencia en una legislación de un dictador frente una democracia representativa. Esto, apunta Sabino Méndez, "nos tendría que dar una pista de los inconvenientes de los referéndums" porque los "totalitarios" saben como manipular a las masas, una estrategia que ya se veía "desde las primeras civilizaciones".
Para finalizar, el sospechoso asevera que "cuando un candidato neopopulista se siente muy moderno pidiendo democracia directa, está bien recordarle que lo que pide es muy antiguo y ya está recogido en la Biblia -por el resultado de el caso de Jesús y Barragán" como uno de los primeros ejemplos de democracia directa con resultados desastrosos".