Hace cuatro años ganó las elecciones al famoso ex futbolista del Milán George Weah, pero trabaja desde hace muchos más años por conseguir la igualdad de las mujeres en su país. Tiene a mujeres en puestos clave como la justicia, la agricultura, que es fundamental en África y en asuntos exteriores y trabaja para alfabetizar a las niñas y para acabar con las violaciones, que todavía son un problema grave en Liberia. Es optimista respecto a la situación de las mujeres en África:
“Es difícil fijar una fecha pero diría que en un par de décadas podremos ver todo el trabajo que estamos haciendo ahora, dar poder a las mujeres y llevarlas a un nivel en que el que sean completamente iguales. No debe haber distinción con los hombres, pero llevará tiempo porque ni siquiera deberíamos tener una reunión para hablar de dar poder a las mujeres porque deberían haber llegado a ese lugar en la sociedad”.
Ha eliminado las políticas regresivas, las que discriminan a la mujer. Ella misma es un ejemplo para todo el continente, y cree que otros países africanos están dando pasos en la misma dirección, le cuesta decir quién cree que lo hace mejor, pero nos ha dado algunas pistas:
“Una de las cosas que evitamos los políticos es nombrar a otros porque te puedes meter en problemas pero en lo referente a mujeres en el poder y su representación, Ruanda lo ha hecho muy bien, Uganda también y es porque tienen políticas específicas lanzadas por mujeres. Muchos, yo incluida , deberíamos mirar ese ejemplo, copiarlo y usarlo para hacerlo aplicable”.
Son dos países que tienen una alta representación de mujeres en puestos de poder y están ahí porque después de las guerras, como la de Ruanda, no había hombres que asumieran los altos cargos, así que ese trabajo lo asumieron ellas, que en África, igual que en la mayor parte del mundo, se suma al trabajo que tienen que hacer en casa. La diferencia entre los hombres y las mujeres en el poder, nos cuenta, es que siendo mujer, tiene que hacerlo mejo