Pues atentos. La Agencia Española de Protección de Datos acaba de resolver esta semana que es ilegal incluir a personas en grupos de Whatsapp sin su consentimiento. La decisión viene tras la denuncia de un vecino de Boecillo, un pueblo de Valladolid, a su ayuntamiento que lo había incluido sin su permiso en un chat. Pero tranquilos los grupos de madres de los niños del cole, o de primos y primas o de amiguetes del trabajo. Dice la Agencia de Datos que esto no afecta a los particulares, sólo a la Administración. Es decir, todavía no podrás denunciar a tu cuñado por meterte en un grupo de Whatsapp.
Lo que sí denota es la preocupación de la ley por la protección de datos. El dato es el nuevo petróleo de la economía digital. Y es un petróleo que no se encuentra perforando en la tierra, sino que surge de la actividad digital de cada ciudadano. Por eso es tan importante que los Estados legislen para protegerlos de un mal uso. Y en esta lucha, Google, Facebook y Amazon aparecen como esos antiguos oligopolios que monopolizan ese nuevo petróleo. Hace unos meses la Comisión Europea, multaba con 110 millones de euros a Facebook por proporcionarle información "incorrecta o engañosa" para determinar si la adquisición que hizo de Whatsapp vulneraba el libre mercado. Ahora es Francia la que ha ordenado a Whatsapp que deje de compartir los datos de los usuarios con Facebook. Nunca les avisó de que fuera a hacer este uso. Esta demanda ya la habían puesto antes Alemania y Reino Unido.
En el fondo lo que subyace es que los ciudadanos tenemos que empezar a ser conscientes de que nosotros somos los que generamos los datos y sólo los deben tener cuando nosotros estemos de acuerdo. Ese nuevo petróleo es en parte nuestro. Cuando lo pongamos en valor, todos habremos ganado.