Minuto económico: Rajoy el rápido
Rajoy ha necesitado sólo 8 consejos de ministros, apenas mes y medio de Gobierno, para aprobar las tres reformas económicas estructurales de mayor calado de su programa electoral. Su primer Consejo de ministros fue el 23 de diciembre y desde entonces, con una rapidez inaudita por estos lares, ha aprobado la Reforma de Estabilidad presupuestaria, la Ley de Saneamiento Financiero y la Reforma Laboral, la más contundente de la tres. Y de propina ha nos ha dejado un más que amplío ajuste presupuestario y cambios de calado en el sistema energético. Rajoy sabía que no había tiempo que perder. Primero por la inestabilidad de la zona euro. Lo de Grecia está sin resolver, como vemos una semana si y otra Cumbre europea también. La estrategia del Gobierno popular es que nos perciban en Bruselas y, sobre todo, en Berlín como un país que cumple sus compromisos. Por eso alienta la táctica de separarnos lo más deprisa posible de los países intervenidos como Grecia, Portugal o Irlanda. Por ahora la cosa está funcionando y se aprecia en que a España le cuesta menos dinero pedir dinero para seguir tirando. La otra cuestión es interna. En España, el Gobierno de Zapatero aprobaba numerosas medidas y reformas, de calado limitado tras largos periodos de duda. Rajoy ha optado por disparar una vez, de ahí los controles y posibles sanciones a las Comunidades Autónomas en la Reforma Presupuestaria, de ahí la reclamación de provisiones multimillonarias a los bancos y la reducción de salarios a los directivos de entidades que reciban ayudas públicas y, de ahí también, la revolución en la Reforma laboral. Con más de 5 millones de parados sin derecho a despido, el Gobierno considera que no hay margen para paños calientes. En la Reforma laboral la gran beneficiada, en principio, es la pequeña empresa de menos de 50 trabajadores. Las nuevas bonificaciones a la contratación jóvenes y parados de larga duración y la nueva flexibilidad va dirigida a ella. En España hay menos de millón y medio de empresas y más del millón 350 mil cuentan con una plantilla por debajo de esos 50 empleados. Ahora, lo que hace falta es que el poco ahorro no lo siga atrayendo la endeudada Administración Pública, que corra el dinero del crédito para la inversión y que Rajoy, que ya sabemos que es el más rápido al sur de los Pirineos, tenga también buena puntería y acierte.