El año 2012 pasará a la historia por el descubrimiento del Bosón de Higgs. El pegamento que une todo lo que se ve y que permite la existencia de las galaxias. Ahora la meta es encontrar la parte oscura del universo, que viene a ser más o menos el 95% del mismo. Algo parecido pasa con la economía española pero al revés. En el 2012, el Gobierno se ha dedicado a descubrir la parte oscura de las cuentas públicas con ajustes de casi 70 mil millones, sacar a la luz el déficit oculto bajo las alfombras y las facturas impagadas de los cajones. Con la Reforma financiera también se ha desvelado la materia oscura inmobiliaria que refulge como el granate, con rojizas pérdidas, en las antiguas Cajas nacionalizadas. En el próximo año la clave, como el bosson, es agrupar las reformas estructurales hacia el crecimiento económico y la creación de empleo. Dos cosas que, como muy pronto, no comenzarán hasta después del verano y siempre y cuando el huidizo crédito bancario regrese. Pero existen indicios de cambio. La sombra del rescate de España se aleja. La prima de riesgo se ha instalado en el piso inferior al de los 400 y la bolsa se ha revalorizado un 36% desde mínimos en la última mitad del año. El turismo extranjero bate récords y la balanza comercial también. El sector exterior sigue tirando de la economía y, en los últimos meses, regresó parte del dinero que marchó fuera. La industria del automóvil pone la directa con nuevas inversiones para fabricar dos millones de vehículos en 2013. Las familias y las empresas siguen reduciendo sus deudas y la Administración continúa con el achique. La vía de la recuperación está abierta siempre que la locomotora alemana no frene mucho su marcha por sus elecciones, que Francia no se pare, que Italia supere a sus políticos y que los Estados Unidos no descarrilen a la hora del Té. Quizá demasiado trabajo para una mínima partícula, el minúsculo bosson de Higgs.
Minuto económico: Bosón de Higgs
El año 2012 pasará a la historia por el descubrimiento del Bosón de Higgs. El pegamento que une todo lo que se ve y que permite la existencia de las galaxias. Ahora la meta es encontrar la parte oscura del universo, que viene a ser más o menos el 95% del mismo. Algo parecido pasa con la economía española pero al revés. En el 2012, el Gobierno se ha dedicado a descubrir la parte oscura de las cuentas públicas con ajustes de casi 70 mil millones, sacar a la luz el déficit oculto bajo las alfombras y las facturas impagadas de los cajones. Con la Reforma financiera también se ha desvelado la materia oscura inmobiliaria que refulge como el granate, con rojizas pérdidas, en las antiguas Cajas nacionalizadas. En el próximo año la clave, como el bosson, es agrupar las reformas estructurales hacia el crecimiento económico y la creación de empleo. Dos cosas que, como muy pronto, no comenzarán hasta después del verano y siempre y cuando el huidizo crédito bancario regrese. Pero existen indicios de cambio. La sombra del rescate de España se aleja. La prima de riesgo se ha instalado en el piso inferior al de los 400 y la bolsa se ha revalorizado un 36% desde mínimos en la última mitad del año. El turismo extranjero bate récords y la balanza comercial también. El sector exterior sigue tirando de la economía y, en los últimos meses, regresó parte del dinero que marchó fuera. La industria del automóvil pone la directa con nuevas inversiones para fabricar dos millones de vehículos en 2013. Las familias y las empresas siguen reduciendo sus deudas y la Administración continúa con el achique. La vía de la recuperación está abierta siempre que la locomotora alemana no frene mucho su marcha por sus elecciones, que Francia no se pare, que Italia supere a sus políticos y que los Estados Unidos no descarrilen a la hora del Té. Quizá demasiado trabajo para una mínima partícula, el minúsculo bosson de Higgs.