Algo de baba me asoma rememorando la sonrisa de Fernando Alonso ayer en Baréin. Sus adelantamientos, sus acelerones, sus cariños sinceros a todo el equipo Aston Martin tras volver a subirse a un pódium de Fórmula 1. Su número 99.
El asturiano metió este deporte en nuestras comidas de domingo y ayer seguro que muchos hogares volvieron a gritar con sus pasadas a Hamilton y Sainz como si fuese un gol de minuto 90. Hay cuarentones que se compran motos o se ponen pelo para evocar sus tiempos de juventud. El Nano va “sobrao", demostrando que la ilusión y la pasión no envejecen. Se lo preguntaremos a Adrián Ben en 2 décadas. Este veinteañero gallego luce su oro en el 800 indoor logrado en Estambul. Campeón de Europa forjado a base de regatear palmeras en el paseo marítimo de Viveiro, su pueblo, por falta de pista de atletismo.
El estrés es una cosa tan mala como moderna: por estrés, Ja Morant, base de 23 años de los Grizzlies de la NBA, se paseó el pasado sábado en un local nocturno sin camiseta y pistola en mano. Ha sido castigado y ha asumido el error. Pide ayuda para controlar la ansiedad.
Se perderá el partido ante Lakers en el día de Pau Gasol en Los Ángeles. Nos parecía insuperable la ‘pachanguita’ que se echó el de Sant Boi con el presidente Obama pero no es así: en la madrugada de mañana será retirada su camiseta con honores tras 7 temporadas y 2 anillos conquistados. Ese número 16 no lo podrá lucir nadie más en la franquicia angelina. Nuestro aplauso, nuestra devoción, nuestro reconocimiento a un genio único que además de hacer lo que hizo bajo canasta, siempre se fajó para hacer de este mundo algo mejor.