Jorge de Alicante dice pertenecer a "esa generación de españoles que nos hemos tenido que ir a buscar las perras a Alemania". Nuestro oyente nos cuenta que su nivel de Alemán no era muy bueno y que eso le costó "ir liándola de sección en sección" en la empresa en la que le contrataron como becario. El trabajo en cuestión consistía en organizar visitas guiadas y, como anécdota, recuerda que un día la pronunciación le jugó una mala y terminó ordenando a los visitantes que pasasen "sobre la mierda derecha" en lugar de "sobre el lado derecho" de una escalera.
Jesús de León nos cuenta que con 11 años entró "como chico de los recados" en una droguería donde trabajaba de lunes a sábado y por tres pesetas diarias. Más tarde, "el 22 de febrero de 1951" empezaría a trabajar como botones en una empresa hasta el "23 de abril de 2001" cuando se jubiló tras "50 años, dos meses y un día" de trabajo.
Chus de Ávila nos dice que empezó a estudiar cocina "con bastantes añitos" y a los 48 años se fue a Montpellier con una beca de Hostelería. Afirma que "allí se hacían las horas exactas, no como en España" donde asegura que los becarios están "más explotados".