Luis de Alicante recomienda la iluminación de bajo consumo, pese a que cueste algo más: "Merece la pena invertir en ello, yo he notado una bajadita en el recibo de la luz", asegura. Aconseja además poner un temporizador en el termo para que caliente solo cuando se vaya a usar y cocinar con la tapa puesta para tardar menos y ahorrar energía.
Desde Almería nos llama Vicente para hablar del "milagro de los invernaderos". Cuenta que gracias a usar el plástico para dar calor a las plantas usando simplemente la luz del sol, "se producen unos ahorros importantes de energía". Y añade que también aprovechan el agua de lluvia para regar: "Cuando llueve conducimos el agua con canales y tubos a la balsa de riego, aquí no desperdiciamos nada", explica.
Gabriel, de Madrid, nos comenta que como tienen el tendedero en el salón, abren la puerta de la secadora y les sirve también como calefacción. "Gastamos más en luz pero ahorramos en gas", dice.
Por su parte, David asegura que su padre "podría dar clases a muchos ahorradores". Cuenta que "usa la malla de las naranajas para fregar, utiliza las bolsitas de té unas cinco o seis veces y los huesos del jamón los reutiliza varias veces para hacer calditos".
Y Juan Carlos, de Albacete, nos habla de una aplicación para el móvil que dice cuánto cuesta la luz en cada hora del día: "Así puedes poner las cosas en las horas en que la luz es mucho más barata", asegura.
