Permitidme resaltar, de entrada, tres noticias trascendentes del mundo. La primera, que, según el informe del fiscal Mueller, no existió Ruisagate; es decir, no hay pruebas de que Donald Trump haya conspirado con Rusia para ganar la presidencia de EU-UU. Tranquilidad para Trump y alejamiento de un impeachement, un juicio constitucional que terminaría con su derribo.
La segunda, el fin del califato del llamado Estado Islámico, cuyo último bastión cayó en Siria, después de una larga guerra. Lo que significa para la paz mundial es uno de los análisis del día.
Y la tercera, el dichoso Brexit. Parece que May ha desbaratado la conjura contra ella, emparedada entre su partido y la calle, que ahora pide un segundo referéndum. Tranquilidad provisional, algo de tiempo para encontrar una nueva solución, pero los mismos nubarrones que cualquier día de las últimas semanas.