Este cronista no es muy partidario de andar por la radio repartiendo culpabilidades de éxitos o fracasos. Pero, respondiendo a tu pregunta, algún responsable tiene que haber en este fiasco del pacto de las pensiones y no anda lejos de la culpa quien deja la negociación para el último minuto, con lo cual no deja tiempo para matizar ni para negociar.
Y sea el principal culpable o no, lo cierto es que se rompe la buena racha pactista y el gobierno pierde una hermosa baza, que es la de ser el gobierno que más acuerdos sociales consiguió. Frente a quienes le acusan de radical, él lucía
esos acuerdos como uno de sus mayores méritos. Sobre esa imagen creció el lanzamiento estelar de Yolanda Díaz. Ahora, pasado lo que pasó ayer, entiendo que Sánchez y Escrivá sabían que la CEOE y Cepyme no iban a suscribir la subida de las cotizaciones. Era un fiasco previsto y anunciado por Garamendi.
Por tanto, el truco fue hacer que todo se resolviese en unas horas. El éxito que buscaba Sánchez era pregonar, sin más, que lo habían intentado. Y las patronales se descolgaron porque firmar este acuerdo equivaldría a decir: me va a hacer pagar 140 euros más por trabajador y, encima, quiere que le aplauda con mi firma. Pues no, señor: si hay que pagar se paga, no queda otro remedio, pero que no sea con mi consentimiento. Fue, querido Alsina, la versión 2021 de un viejo aforismo de la banca: “Ellos tienen el Boletín Oficial, a nosotros solo nos queda la resignación”.