EL INDULTADO DE RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta al agente Peña: "Es el que mantiene en pie la 3ª temporada de Narcos, con su valentía, su intuición y su personalidad áspera"

Pues voy a indultar al agente Peña. ¿Y quién es el agente Peña? Los espectadores de Narcos no necesitan explicaciones, pero sí las necesitan esos malparidos, berracos, gonorreas e hijoeputas que se resisten a ver la serie o la saga del narcotráfico colombiano.

Rubén Amón | @Ruben_Amon

Madrid | 08.09.2017 10:09

Dije hijoeputas porque es el plural del exabrupto que estilan los pistoleros de los carteles de Medellín y Cali, aunque aquí pistoleros son todos, está muy desdibujada la línea entre el bien y el mal, incluso hay muchas veces que el agente Peña, policía de la DEA en Colombia, tiende a confundirlas.

Lo que sí hace es sobrevivir. No ya a los narcos, sino a las temporadas de la serie. Estuvo en las dos primeras para cazar a Escobar, ha estado en la tercera para neutralizar el cartel de Cali y estará en la cuarta, pues el último apéndice del último capítulo de la última temporada ya ha cebado que su nuevo trabajo consistirá en combatir quiijotescamente al narcotráfico mexicano.

Pero no es cuestión de hablar del la cuarta temporada, sino de la tercera. La mantiene en pie el agente Peña con su valentía, su intuición y su personalidad áspera, pero se encuentra bastante aislado.

Es enorme el hueco que deja Wagner Moura como personaje de Escobar. Y no termina de funcionar demasiado bien la concepción coral de la serie. Es como una ópera sin tenor ni soprano, hasta el extremo de que el exceso de personajes secundarios pone en demasiado relieve los avatares del jefe de seguridad del cartel de Cali.

Hay mucha violencia en la serie, muy poco sexo y persevera la ambigüedad con que se mezcla la historia verdadera y la ficción, aunque más discutible se antoja la idea de haber utilzado el SMS de Rajoy a Bárcenas como reclamo publicitario: Sé fuerte, Vuelve Narcos.

Y volver a vuelto, pero, malparidos, berracos, gonorreas y hijoeputas, muy por debajo de la expectativa suscitada.