OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Los 10 negritos de PSOE y Podemos para RTVE se quedaron ayer, de golpe, sin silla"

En una hora subirá a la tribuna del Congreso el presidente del gobierno a informar a los diputados de su programa de gobierno.

@carlos__alsina

Madrid | 17.07.2018 08:10

Dices: ¿pero no expuso ya para qué quería gobernar cuando defendió su moción de censuta constructiva? Pues sí pero no. Entonces lo que dijo es que había que regenerar las instituciones y devolver la normalidad al país para poder convocar cuanto antes las elecciones generales y ahora lo que va a decir es que no habrá elecciones salvo cuando no le quede más remedio, que la regeneración de las instituciones se hace tomando como modelo la radio televisión pública (quítate tú para ponerme yo) y que la normalidad a partir de ahora en el país va a ser ésta: un gobierno que anuncia muchas reformas pero lleva a la práctica muy pocas.

Este gobierno con nombre de empresa de interiorismo, Reformas Sánchez, va camino de convertirse antes de lo previsto en Atascos Sánchez, que más que interiorismo es pocería. Se le resisten al gobierno inesperado algunas de sus promesas más queridas.

• En el Valle de los Caídos, ya ven ustedes cómo está la cosa. Los desenterradores intentando sacar a Franco de allí y el dictador que se hace fuerte en el hoyo y se les resiste. ‘Nada, que este hombre no sale’. Prometió Sánchez la exhumación para el verano pero alega el gobierno que no encuentra la fórmula jurídica que se lo permita. ¿Dónde habremos metido esa fórmula?, si estamos seguros de que existía…

"Estamos haciendo un estudio jurídico profundo" es la manera que tiene la ministra de Justicia de admitir que vendieron la piel de a exhumación antes de asegurarse de que podrían hacerlo. Y la familia Franco se ha atrincherado al grito de "al bisabuelo de aquí no lo sacan".

• En Hacienda, ya ven cómo está la cosa. Prometió Sánchez que en cuanto él habitara la Moncloa difundiría a los cuatro vientos la lista de los evasores que se apuntaron a la amnistía fiscal de Montoro, pero ahora resulta que tampoco encuentra la fórmula jurídica para hacerlo. ¿Dónde hemos puesto la fórmula?, que estamos seguros de que existía…

"No encontramos la capacidad juridica de trasladarlo a cuestiones que se hayan tomado con anterioridad" es la manera ligeramente obtusa que tiene la ministra de Hacienda de decir que ni haciendo una ley nueva se podrán divulgar los nombres de aquellos evasores. Para próximas sí, dice la ministra. ¿Para próximas? ¿En qué están ustedes pensando? Se prometió la difusión de la lista sin mirar antes la norma a ver si era posible hacerlo.

• Y en Radio Televisión Española, pues ya ven cómo está la cosa. Estaban a punto de ser sentaditos ya en sus diez sillones los diez negritos que iban a pintar de morado y rojo la empresa pública —los elegidos por Podemos y el PSOE con la aportación del PNV al españolísimo pasteleo— cuando ayer sonó la bocina y se quedaron los diez sin silla en la que sentarse.

Perplejo se quedó el personal en sus escaños cuando escucharon a la señora Pastor decir 175 donde esperaban escuchar 176. Faltaba un voto para hacer consejeros a los cuatro de la lista pastelera. Y en ausencia de ese voto, se quedaron sin elegir los cuatro y dejaron de estar elegidos los seis de antes. Qué cara no pondrían al escuchar el resultado esos seis, Fallarás, Artal, Flores, los que ya se veían con mando en la tele pública para los próximos meses (los delegados del gobierno para el viraje editorial de la corporación) y se quedaron de repente con las ganas.

La operación desembarco naufragó con estrépito en la cámara. Tantas semanas trapicheando con nombres, con planes de intervención, con cálculos de control inmediato, y en la última votación necesaria se equivocan de papeleta dos diputados del grupo del gobierno. Ésta es la versión que se ha dado: que a cada diputado del PSOE se le entregaron dos papeletas: la de los nombres de los consejeros y la del nombre del presidente. A ver, compañeros, primero se vota la de los nombres, después la del presidente, ¿estamos? Primero los consejeros, después el presidente, no se os olvide. Y van dos, que no deben de ser los más espabilados, y votan al revés marcando doble gol en propia puerta y obsequiando a la oposición con el primer fiasco de Reformas Sánchez: el naufragio del desembarco.

Los diez ex futuros consejeros rumian en soledad su mala fortuna. Iban a pisar moqueta y se quedan pisando malvas. A quien peor le ha debido de sentar es a Rosa María Artal, delegada de Podemos, que se arrancó con un tuit en el que pone en duda que el error fuera tal. Dicen que dos se equivocaron, ya, ya. Sembró la sospecha la ex periodista. Siembra que algo queda. Qué mejor currículum para haber aspirado a comandar la televisión de todos.

¿Ha sido todo una astuta maniobra de Adriana Lastra para abortar la operación pastelera y quitarse de en medio a los consejeros de Podemos? La teoría del complot siempre tendrá más éxito en España que la teoría alternativa de la torpeza y/o la negligencia. ¿Pueden equivocarse al votar dos diputados? No, hombre, por dios, ¿cuándo se ha equivocado al votar un diputado? ¿O diputada?

Próxima estación: ésta que apuntó ayer la señora Lastra:

El administrador único. O sea, un propio al que el gobierno encarga que se ocupe de dirigir la empresa pública hasta que se elija un presidente por concurso. El propio, visto lo visto, puede ser o un colega de Sánchez o un colega de Pablo Iglesias. Con manos libres para nombrar al director de informativos, a los editores de los telediarios y al responsable de la radio pública. O sea, con tantas manos y tan activas como las del propio presidente. Se busca a un propio que pueda ser respaldado por la mayoría absoluta del Congreso. En la confianza de que la próxima vez que voten —y como sólo hay que decir sí o no— los diputados sean capaces de votar lo que de ellos sus jefes esperan.

A las nueve sube Sánchez a la tribuna a exponer su programa de gobierno. Tiene seis millones de euros más de cuartelillo, de déficit público, que le ha permitido Bruselas. Se adivinan en el horizonte medidas que le hagan cosechar al presidente, entre tanto atasco, algún aplauso. Veremos.