Menores extranjeros no acompañados
Fin de mes. Y fin de trimestre. Vaya trimestre. Sólo hace setenta días que tomó posesión Donald Trump y parece que hayan pasado setenta años. O noventa, a la luz de algunas comparaciones que se vienen haciendo con otros tiempos.
Bien, termina el mes y atendiendo a cuestiones de España, hoy es el día en que los gobiernos autonómicos han de remitir al gobierno central la información a que están obligados por la reforma de la ley de Extranjería: cuántos menores extranjeros no acompañados atienden, o tutelan, en este momento. No cuántos han atendido en los últimos cinco años, o diez años, o los que sean, sino cuántos tienen ahora y en qué centros. Es decir, que hoy empezaremos a saber si la sospecha que sembró el ministro Torres hace dos semanas tenía alguna base o era sólo el afán de hacer oposición a la oposición.
Hoy empezaremos a saber si la sospecha que sembró el ministro Torres hace dos semanas tenía alguna base o era sólo el afán de hacer oposición a la oposición.
Certificar el número de menores extranjeros atendidos en cada comunidad autonómica es el primer paso para tener, por fin, un dato oficial de menores atendidos en todo el país. Porque, por sorprendente que resulte —sorprendente o algo peor— todo lo que hayson estimaciones. Dato oficial no existe. El gobierno de la Comunidad de Madrid, que es el primero en recurrir ante el Constitucional el decreto del gobierno (y el pacto con Junts) adelantó su información el jueves, en este programa.
Dos mil cuatrocientos menores extranjeros supone que en esta región hay un menor por cada casi tres mil habitantes. Con la información que hoy certificarán los demás gobiernos autonómicos sabremos cuál es la media nacional, cuántas plazas no ocupadas tiene cada región, dónde hay recursos suficientes y dónde se quedan cortos. Y con toda esa información sobre la mesa, podrán los gobiernosautonómicos intentar acordar entre ellos la distribución de los menores que hoy desbordan las posibilidades de Canarias.
Sólo en caso de que ese acuerdo no se produzca se pasará a la siguiente fase, que es imponerles desde la administración central el número de menores resultante —ahí sí— de aplicar los criterios que el gobierno le convalidó a Junts per Cataluña, este partido que presume de frenar el envío de menores de otras regiones a Cataluña y que habla de la inmigración como riesgo para la identidad nacional catalana. Éste es el partido al que el presidente Sánchez le ha entregado la llave de todas las votaciones parlamentarias.
Junts per Cataluña presume de frenar el envío de menores de otras regiones a Cataluña y habla de la inmigración como riesgo para la identidad nacional catalana. Éste es el partido al que el presidente Sánchez le ha entregado la llave de todas las votaciones parlamentarias.
Sumar se recompone
La cuarta parte del gobierno de España, que es Sumar, se reunió ayer en un teatro de Madrid para rearmarse políticamente, reconstruirse, recomponerse e intentar resucitarse. Tras el fiasco de las elecciones gallegas, el mal resultado en las elecciones vascas y las encuestas que les están dejando en las raspas, opta por ensayar un liderazgo a dúo entre dos personas conocidas por sus bases (y apenas por nadie más) que compartirán el cargo de coordinadores: Lara Hernández y Carlos Martín, moral no le falta ni a ella ni a él. El trabajo de oficina —perdón, orgánico— recae en ellos. El liderazgo, no se sabe. Porque Yolanda Díaz ya dicho que a ella lo de la organización no le va pero lo de ser la voz de Sumar en el gobierno, sí. Algo así como vicepresidenta dos y presidenta de los cinco ministerios de Sumar. Y sin haber decidido aún si, caso de que haya elecciones generales un día de estos, concurrirá de nuevo como candidata tándem.
Yolanda Díaz ya dicho que a ella lo de la organización no le va pero lo de ser la voz de Sumar en el gobierno, sí. Algo así como vicepresidenta dos y presidenta de los cinco ministerios de Sumar.
No es un secreto que el problema para repetir como candidata es que se esfumaría, entonces, la posibilidad de repetir la operación de 2023 porque Podemos, expulsado del gobierno, ya ha dicho que por ahí no pasa. Eso, y que el tirón electoral que se le suponía a la vicepresidenta quedó bastante diluido cuando se hizo el escrutinio.
De momento, este fin de semana Sumar predicó contra el plan de rearme europeo, y español —se rearma políticamente en la oposición al rearme— y presumió, en su derecho está, de haber conseguido que el salario mínimosiga sin pagar IRPF.
La derrota de María Jesús Montero, que cuando lo planteó hace dos meses Yolanda Díaz dijo que no se ha pasado dos meses achacando populismo fiscal a quienes defendían que el salario mínimo no tributara cuando Sumar anunció una proposición parlamentaria hizo saber que la vetaría y ahora ha abrazado ella misma eso que llamaba populismo tragando con que los perceptores del salario mínimo no tributen por IRPF, pero sin modificar el mínimo exento, es decir, diseñando una deducción a la medida de estos contribuyentes que genera una discriminación con aquellos contribuyentes que habiendo tenido la misma renta pero no procedente del salario mínimo sí habrán de contribuir. Es decir, que a quienes ingresen los 16.576 euros anuales del salario mínimo se les perdona lo que tendrían que pagar pero a quienes ingresen los mismos 16.576 euros anuales por otras vías se les hace pagar. Justicia fiscal.
María Jesús Montero, que dijo que no se ha pasado dos meses achacando populismo fiscal, ahora ha abrazado ella misma eso que llamaba populismo.
La vicepresidenta uno
La vicepresidenta uno, doblado el brazo por la vicepresidenta dos, se quitó la espinita mitineando este fin de semana ante el público siempre agradecido de los mítines en su reciente condición de líder —ungida desde la Moncloa— de la oposición andaluza. Renovación, prefiere decir Montero. Y para demostrar lo fresco que es su mensaje volvió a decir sobre Feijoo lo mismo que viene diciendo desde hace tres años.
Y para demostrar lo fresco que es su mensaje volvió a decir sobre Feijoo lo mismo que viene diciendo desde hace tres años.
Lo peor no es que quiera ignorar la vicepresidenta del gobierno de España que el PP votó a favor de la subida de las pensiones y los descuentos en el transporte hace unas pocas semanas, o que votará a favor de la reforma de las pensiones, o del nuevo Consejo del Poder Judicial pactado —cromo a cromo— con el ministro Bolaños, lo peor es que presente como mensaje fresco esto del Mopongo, que es un pescado que ya vendió en 2022.
Si todo el producto va a ser tan fresco como el mopongo, casi que vuelva Juan Espadas, que al menos siempre supo que lo suyo caducaba.
