OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Amnistía de goma y trucos del almendruco"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la última reforma de la amnistía que ha realizado el PSOE para obtener el apoyo de Junts, porque "si ellos están satisfechos, la mayoría gubernativa que sostiene a Sánchez también aguanta".

👉 La Comisión de Justicia avala los cambios que permitirán aprobar la ley de amnistía

👉 Todos los cambios que ha incluido Sánchez en la ley de amnistía para que la acepte Junts

Carlos Alsina

Madrid | 07.03.2024 08:37

No, no pregunten que aún no tienen derecho a saberlo. No pregunten los periodistas al presidente del gobierno de España qué cambios ha pactado con Puigdemont para que la amnistía se le ajuste como una malla de licra. No pregunten porque el presidente no siente la menor obligación de informar sobre el contenido de una proposición de ley que él mismo dice que ha modificado parcialmente. ¿En qué? ¿Qué parte de no pregunten no han entendido?

Puigdemont ya sabe lo que dirá la enmienda. Usted, pequeño ciudadano, no

Que ya lo verán en la enmienda. Pero si usted mismo nos ha contado que ha aceptado cambios al gusto de Junts. Diga cuáles. Ya lo verán en la enmienda. De momento, con que lo sepan los amnistiados es suficiente. Puigdemont ya sabe lo que dirá la enmienda. Usted, pequeño ciudadano, no. Porque usted siempre puede esperar. A que al gobierno le convenga, en su depurada estrategia de dosificación informativa, eclipsar otras cuestiones.

Por ejemplo, que ahora sea Salvador Illa quien aparece mencionado en las conversaciones de los comisionistas. Le dije ayer que el PSOE estaba abusando de este truco de quinta regional que es exigir a quien aparece mencionado en el sumario que explique por qué.

De los creadores de ‘el único nombre que aparece en el sumario’ llega ahora: también aparecen Illa y Torres, pero qué culpa tendrán ellos de ser mencionados

De los creadores de ‘el único nombre que aparece en el sumario’ llega ahora: también aparecen Illa y Torres, pero qué culpa tendrán ellos de ser mencionados. Igual al presidente esto también le parece que es infundir, sic, bulos.

La amnistía de goma

Pero volvamos a la amnistía de goma. Y al ‘ya lo verán en la enmienda’. Al menos no se hizo Sánchez un Patxi López con los periodistas: ¿y a ti qué más te da? Nada gusta más al poderoso que exhibirse dueño de los tiempos.

Ahora que el caso Koldo -‘Juego de troncos’- se le ha descontrolado y amanece cada día el gobierno pendiente de las nuevas minas con que vengan sembrados los periódicos, qué menos que recrearse en su capacidad para poner el cebo -he aceptado cambios- pero dejar luego a los periodistas con las ganas -ya lo verán en la enmienda-.

De transparencia en transparencia hasta la próxima reunión en Suiza. ¿Qué fue, por cierto, del verificador salvadoreño? Perdón, he caído de pronto en la cuenta de que no volvimos a saber de él. ¿Le pagan por horas? ¿Tiene tarifa plana? ¿Hace otras cosas para ganarse la vida aparte de escuchar cómo negocian el padre del procés y el padre político de Koldo, o sea, Puigdemont y Santos Cerdán?

El gozo que siente el gobierno al haber coronado su complejísima negociación con Junts

Que sí, que sí, no preguntamos más sobre la amnistía de goma. Estíramela un poco por aquí, házmela un poco más ancha por acá. El tono presidencial, como se ve, era festivo. A la altura del gozo que siente el gobierno al haber coronado su complejísima negociación con Junts. Complejísima.

El tono presidencial era festivo

En resumen, ha consistido en que el PSOE decía que no le tocaba ya una coma a su ley de amnistía, mientras Junts decía que alguna cosa tendría que tocar. Y al final de la negociación el PSOE confirma que algún cambio ha concedido sin que conste que Junts haya concedido nada.

La historia de siempre desde que empezó este serial. Negociar con Puigdemont significa, para los socialistas, acabar cediendo ellos en vista de que quien no cede es Puigdemont. Que había renunciado a la vía unilateral, nos decían. Extraordinaria negociación: una parte recula y la otra, no.

Negociar con Puigdemont significa, para los socialistas, acabar cediendo ellos en vista de que quien no cede es Puigdemont

Para rematar la broma pesada de ayer, los tres partidos que dicen haber pactado la enésima formulación del texto (hasta ellos han perdido la cuenta de los remiendos) difundieron un mismo comunicado que no dice qué accesorio le han añadido al paraguas pero sí dice que han tenido muy presente el informe de la Comisión de Venecia. En rigor, el borrador de la Comisión de Venecia, porque difícilmente puede la Comisión juzgar un texto que aún sólo conocen los amnistiados.

Lo sanadora que es la amnistía para un país que no la respalda

Pero seguro que hoy se ocuparán de cantar los portavoces del gobierno, en sintonía con los Junqueras, los puigdemones y el resto de agraciados por la legislación a medida, que Venecia ha sentenciado lo sanadora que es esta amnistía para un país que ni la había pedido ni la respalda. Lo reconciliadora que es esta amnistía aun teniendo en contra a la mitad del Congreso y a la mayoría absoluta del Senado.

Si los de Junts están contentos, la mayoría gubernativa que sostiene a Sánchez -ocho partidos y medio- también aguanta

Da igual, lo importante es que tenga satisfecho al independentismo catalán. Más en concreto, a los siete peones de Junts. Porque si ellos están contentos, la mayoría gubernativa que sostiene a Sánchez -ocho partidos y medio- también aguanta. Aguanta koldos y carretas.

Viene quejándose el PSOE estos días de que el PP ya no habla de la amnistía, como si lo echara de menos hasta Óscar Puente.

El PP europeo vuelve a hablar de la amnistía

Alégrese el PSOE porque el PP vuelve a hablar de la amnistía. Más en concreto, el PP europeo. ¡El de Úrsula, la colega de Sánchez! Emitió ayer una resolución que dice: ‘Deploramos la amnistía, las acciones que han llevado a adoptarla y sus potenciales consecuencias para Europa’.

Ya está tardando Bolaños en enviarle el borrador de la Comisión de Venecia a Úrsula y a Manfred Weber, estos alemanes vengativos, justicieros y rencorosos que quieren perpetuar el conflicto y la discordia entre los catalanes. Y bla bla bla.

Se la han vuelto a dar con queso, comisario

Por cierto, un mensaje de aliento, desde aquí, al comisario Reynders, esperanza blanca de la derecha española y mediador no-salvadoreño de la inaudita negociación entre el gobierno de España y el PP, en Bruselas y en inglés, para la no renovación del Consejo General del Poder Judicial.

Se la han vuelto a dar con queso, comisario. Le lían para que haga usted de celestina y se va quedar otra vez colgado de la brocha. No parece que vaya a haber fumata blanca sobre los veinte vocales del Consejo cuando es el PP el que echa humo por la otra fumata que hoy jaleará la Moncloa: la fumata de la amnistía, es decir, la fumata de la impunidad por la vía ejecutiva de abortar las causas judiciales y todas sus medidas cautelares.

No parece que vaya a haber fumata blanca sobre los veinte vocales del Consejo cuando es el PP el que echa humo por la otra fumata que hoy jaleará la Moncloa: la fumata de la amnistía

Ayer decía Guilarte, presidente interino del C-G-P-J, que él ha fracasado en el empeño de conseguir la renovación, y no será porque no haya dado ideas. ‘Se han ido a buscar a uno de Bruselas habiendo gente de Palencia’, ironizó. Uno de Bruselas y en inglés, Guilarte, que están negociando el C-G-P-J en inglés. Nada puede salir mal.

El presidente del Poder Judicial es autor de este salmo responsorial que repite allá donde va cada vez que se refiere al poder político: "Déjennos en paz".

Ayer añadió: es por necesidades políticas por lo que se hace la amnistía y por lo que ahora tratan de convertir a los jueces que investigaron el procés en los malos de la película. Y tanto.