Ha sido en el Ayuntamiento de Madrid. No en un bar, ni en un semáforo ni en una cancha de baloncesto. En los bares, las gradas y los semáforos la gente últimamente parece más educada que en la política. Esto pasó durante el ejercicio de su cargo de representación de todos los ciudadanos, en el pleno del ayuntamiento. Un concejal socialista le ha dado tres cachetes al alcalde de Madrid en la cara nada más bajarse de la tribuna, antes de irse entre abucheos. Después de una disculpa inicial, Daniel Viondi ha dimitido. Qué menos.
Horas antes, la presidenta de las Cortes de Aragón, en el ejercicio de su cargo, le había negado el saludo a la ministra de Igualdad en funciones. La presidenta de las Cortes, Marta Fernández, de Vox, es la que antes de llegar al cargo había dicho de Irene Montero que "solo sabe arrodillarse para medrar". Decir esas cosas no le ha impedido a esta señora ser la segunda autoridad de Aragón, ahora, que se supone que ya no se puede decir nada… Después de negarle el saludo a la ministra, la secretaria de Estado de Igualdad le ha tendido la mano y la presidenta de las Cortes, que ejercía de anfitriona, le ha negado el saludo durante el comité de bienvenida. Comité-de-bienvenida.
La manera de tratarnos unos a otros dice mucho de cómo somos. Pero si hay un trabajo en el que las formas importan es precisamente en la política. Son las formas, la manera de tratarnos, las que permiten la convivencia. En política, además, no solo cumplen esa función, también la de representarnos a todos.
¿A quién representan estas faltas de respeto continuas que estamos viendo entre los políticos? ¿Acaso las faltas de respeto son cada vez más frecuentes en la sociedad y la política es un reflejo de ello? ¿O es la política la que está perdiendo las formas a marchas forzadas, por su cuenta, distanciándose del mundo real?
Cada vez tiene menos pinta que estemos en la era de lo políticamente correcto. Esto ni es política ni es correcto. Cuando los cargos públicos se tratan así, nos están faltando a todos al respeto.
¿Moraleja?
Cunde en política la mala educación, hasta dónde va a bajar el listón
