LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "En el reparto de puestos de las Unión Europea, falta por elegir el friki que más vocea"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la excentricidad de algunos europarlamentarios elegidos en las pasadas elecciones, donde hay influencers, una ganadera jubilada, humoristas, antivacunas y ex militares.

Marta García Aller

Madrid |

Hoy han quedado a cenar los líderes de la Unión Europea para empezar a negociar los cargos más importantes. Von der Leyen es la favorita para volver a presidir la Comisión. También se decide en los próximos días quién preside el Consejo Europeo. Suena el portugués Antonio Costas para la presidencia del Consejo y de la estonia Kaja Kallas para sustituir a Josep Borrell al frente de la diplomacia.

A lo mejor habría que repartir, ya puestos, el cargo del europarlamentario más, digamos, extravagante. Porque España no es el único país que tiene un candidato sorpresa y sin programa electoral entrando en la Eurocámara. En todos los países miembros cuecen habas excéntricas.

Muchos son youtubers, como el influencer chipriota de 25 años que quedó tercero en las elecciones de su país gracias a éxitos virales de videos como ‘Viví siete días en el aeropuerto gratis’.

Me intriga también Galata Alexandraki, una ganadera jubilada de 76 años la que solo se sabe que tiene una carnicería en Alejandrópolis, al norte de Grecia. No hay fotos de ella online. Ni una. Pero es tan conocida a nivel local que sin dar una sola entrevista ha ganado un escaño.

Por la República Checa, el candidato al más excéntrico podría ser Filip Turek, un empresario, influencer y coleccionista de coches clásicos, (tiene Jaguars, Aston Martin, Rolls-Royce y Bentley). Ha conseguido su escaño prometiendo defender a los conductores. Se opone al euro y a las políticas contra el cambio climático. En su currículum también hay cierta simpatía por el nazismo, aunque él se defiende diciendo que tiene amigos judíos. Casi el 40% de su electorado son jóvenes checos de entre 18 y 24 años.

En Alemania ha sacado escaño la artista Sibylle Berg en el partido satírico Die Partei, que propone limitar el precio de la cerveza y defender la privacidad online.

Para este cargo honorífico al menos honroso hay también una antivacunas rumana, un ex militar italiano admirador de Mussolini y un eslovaco que niega el Holocausto.

¿Moraleja?

En el reparto de puestos de las Unión Europea, falta por elegir el friki que más vocea.