LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Una guerra deja de estar en la sombra, mientras escondemos otras bajo la alfombra"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la escalada de tensión en Oriente Próximo tras los últimos ataques de Irán a Israel y sobre la indiferencia que causan otros conflictos.

Marta García Aller

Madrid | 15.04.2024 07:45

Ahora que está el mundo en vilo por la respuesta de Israel a Irán, tras la respuesta de Irán a Israel, que respondía a su vez a un ataque israelí a Irán… Andan los analistas calibrando la escalada de lo que llaman la guerra en la sombra. Guerra en la sombra es una expresión curiosa.

La llaman así porque Israel e Irán llevan años atacándose de forma silenciosa, a menudo por delegación, permitiendo con ese secreto a voces evitar una guerra directa. Que si yo financio una milicia libanesa para que te ataquen por encargo, que si yo te respondo asesinando unos cuantos funcionarios o saboteando el programa nuclear…

Irán e Israel llevaban años atacándose en la sombra, disimulando, pero sin que nadie tuviera que asumir una responsabilidad formal directa. Los ataques de estos días, sin embargo, han sido a las claras. Así que hay miedo de que alguien calcule mal. El conflicto está saliendo de la sombra pero con todo el mundo deseando que vuelva a ella.

Y al ver que esta guerra en la sombra tiene ahora todos los focos, me acuerdo de otra guerra en la sombra. Otro tipo de guerra y otro tipo de sombra. Hace muchísimo que no hablamos de ella y mira que hablamos de ella. De ellas. Acaban de cumplirse 10 años, 10, del secuestro de las 276 niñas de Chibok. Las niñas de ‘Bring back our girls’. Aquel secuestro y esclavización masivo de las niñas de una escuela de Nigeria de Boko Haram que conmocionó al mundo.

Algunas niñas escaparon, otras fueron liberadas años después tras negociaciones y 82 siguen desaparecidas o tal vez asesinadas. El mundo se movilizó por ellas y luego las olvidó. Y, lo que es peor, olvidamos que aquel solo fue el primer secuestro masivo que luego se ha convertido en un negocio recurrente. Hay un Chibok cada semana. Y a Boko Haram no le hace falta estar en la sombra, porque ni siquiera miramos para allá. Es la sombra de la indiferencia.

¿Moraleja?

Una guerra deja de estar en la sombra, mientras escondemos otras bajo la alfombra.