Se cumplen justo seis meses de los ataques de Hamas a Israel en los que los terroristas mataron a unas 1.200 personas y tomaron más de 240 rehenes. Seis meses de la ofensiva israelí contra Gaza que vino después. El balance desde entonces es desolador. El ejército de Israel ha matado a decenas de miles de palestinos, dejado Gaza hecha escombros y con cientos de miles de personas al borde de la hambruna. Hay más de 100.000 desplazados y los que quedan en Gaza no tienen ni dónde huir ni qué comer.
Entre tanto, Netanyahu no ha completado ninguno de sus objetivos… Salvo el de permanecer en el cargo y tapar sus numerosos casos de corrupción. Ni rastro de la ‘victoria total’ que prometía. Ni ha desmantelado Hamas ni ha liberado a los 133 rehenes que quedan en manos de Hamas. Además, Israel tiene en la región más enemigos, más enfadados y mejor armados que antes. Seis meses después de la ofensiva contra Gaza, Israel es más inseguro.
El columnista israelí Nahum Barnea decía este fin de semana, mientras el país se ha llenado de manifestaciones contra el Gobierno israelí, que la responsabilidad de Netanyahu por lo ocurrido el 7 de octubre es parcial; pero su responsabilidad por lo ocurrido desde ese día es total. Es responsable del colapso de la ayuda humanitaria; eldel cese prematuro de las negociaciones para la liberación de los rehenes; de aumentar la inestabilidad en la región y responsable también del creciente enfrentamiento con la Casa Blanca.
Pero que aumenten las manifestaciones contra Netanyahu no quiere decir que las cosas vayan a cambiar. El 88% de judíos israelíes piensa que la cifra de muertos en Gaza está justificada, y una mayoría defiende que Israel está usando fuerza “adecuada” o “muy poca”. Más de la mitad se opone a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y dos tercios de los judíos israelíes se oponen al establecimiento de un Estado palestino independiente y desmilitarizado. Y así es difícil que algo cambie.
¿Moraleja?
Aunque Israel cambiara de Gobierno, el conflicto con Palestina parece eterno.