La gala es una hoguera de vanidades y una pasarela de futbolistas y entrenadores con sus distinguidas y acicaladas esposas que se hace empalagosa hasta la extenuación, y evidentemente avisan al ganador. Lo supe cuando vi a Messi entrar junto a su mujer y los niños, teniendo que jugar esta noche con el Villarreal en el Camp Nou y en las circunstancias que está el Barça. Y estuve seguro cuando anunciaron que no iba Cristiano Ronaldo, que estaba en Turín, a 90 km de Milán.
Cuando Cristiano lo recibió hace dos años, en Zúrich, allí estuvo Messi, fotografiándose con él. Anoche él no fue, aún sin estar convocado para el partido que juega la Juve esta noche. Son los detalles que convierten siempre a Cristiano en el malo de la película y a Messi en el bueno, al margen de que también sea mejor futbolista.
Yo el Best del deporte se lo doy esta mañana a Antonio de la Rosa, un aventurero madrileño que regresó anoche a Madrid y me estuvo contando en El Transistor, como remó en una tabla de surf durante 76 días atravesando el Pacífico desde San Francisco a Hawai, él solo ante la inmensidad y la soledad del Océano. En California le han homenajeado como un héroe. Aquí llegó anoche solo a Madrid y vino a contármelo a la radio. Por eso mi agradecimiento y mi reconocimiento para el Best del deporte: Antonio de la Rosa…deportista con pureza y con verdad.