José Ramón de la Morena: "Tiene mucho mérito que Regino Hernández, triunfe en un paraíso blanco, junto a nórdicos, americanos y franceses"

Qué mérito tiene ganar a lo que no sabemos jugar, porque ese Regino Hernández que veis esta mañana en las portadas de los periódicos, que ha conseguido una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de invierno en Corea, la ha ganado sobre una tabla de 1,60 que llaman snow board cross, algo totalmente desconocido para los niños de ayer, hombres de hoy, pero que sí conocen muchos chavales de ahora.

Claro que aprender a esquiar así, siendo de Ceuta y viviendo en Mijas tiene aún más mérito. El mérito que tuvo en su día Santana cuando de una silla se hizo una raqueta, o Ángel Nieto con aquellas motos que él mismo rectificaba, o Seve Ballesteros en el Golf. Esta medalla de bronce tapa un agujero de 26 años desde que Blanca Fernández Ochoa consiguió la última medalla para este país en unos juegos de invierno.

Regino fue el tercero en la competición de Snow Board Cross que hemos descubierto gracias a él. Se trata de descender a toda velocidad una colina, deslizándote en la nieve sobre esa tabla y superando obstáculos con varios saltos.

Hablamos anoche en El Transistor con Regino cuando era medianoche en España pero amanecía en Corea. Nos contó que empezó a esquiar, sobre una tabla, cuando tenía poco más de cuatro años. Y que, hasta hace poco, no hubiera imaginado esto. No ha hecho promesas que no va a cumplir, como afeitarse una barba larga y abundante que le caracteriza. A primera vista parece un motero de carretera y sobre su Harley podría recorrer la Ruta 66 americana. Y lo haría, porque la moto es su otra gran afición.

Hace poco nevó en Madrid. Unos pocos centímetros que apenas duraron unas horas, y los telediarios se llenaron de imágenes. Hasta ese punto nos es ajena la nieve. Por eso tiene más mérito que un español, Regino Hernández, triunfe en un paraíso blanco, junto a nórdicos, americanos y franceses.