El Madrid, entretanto, conservó el liderato entre pitos. Morata salvó al equipo y volvió a poner en cuestión el empeño de Zidane con la BBC. Juraría que tampoco el Bernabéu comparte esa distinción entre intocables y meritorios.
Especialmente en noches como la que tuvo Cristiano ayer. Ni el desacierto ni el egoísmo le mandaron al banquillo. Esos privilegios le perjudican a Cristiano, pero también al entrenador. Porque esa mano izquierda tan aterciopelada de Zidanne, debe de ser mas justa cuando señale.
CR sigue cegado por su egoísmo goleador, y al margen de ese balón que no centra a nadie en el ultimo minuto, antes, el Atletic podía haber empatado el partido que desniveló Morata, cuando él pierde un balón en el cc por su depre egocéntrica de no haberlo marcado él. Ha dado mucho, tanto como ha recibido, en salarios, admiración y consideraciones. El Madrid y sus socios están en paz con él. Deje de perdonarles la vida. Ya se lo agradecieron. Y la gratitud nunca es gratuita.