Sin estridencias ni altanerías, se ha acomodado en ese papel discreto que le encaja a la perfección, y cuando le han preguntado por su antecesor, ha dicho, si Luis Enrique quiere volver, yo me apartaría a un lado. Ejemplar homenaje a la amistad y al agradecimiento. Sí, me gustan las formas del nuevo seleccionador.
Me parecen esperpénticas las formas del jeque que con intenciones urbanísticas compró el Málaga, lo engordó para conseguir un poder fáctico en la ciudad que le hiciese temible ante los políticos, y cuando no le concedieron sus avariciosas licencias, está dejando al Málaga desangrarse sin que le preocupe lo más mínimo.
Admirable me resultó el ciclista esloveno Primo Roglic, que desde ayer es la nueva maglia roja de La Vuelta. Este chico era saltador de saltos de esquí hace 9 años, cuando sufrió una grave caída, y entonces descubrió la bicicleta…y creo que va a ser un gran campeón.
Y me resulta aún más abominable, ver aparecer de nuevo el fantasma siniestro de Agapito Iglesias, el tipo que se adueñó del Zaragoza, lo descendió, y lo enfangó en el barro de las sospechas por los partidos que presuntamente pudo amañar. Ayer comenzó el juicio en Valencia, y espero que la justicia sea tan dura con él como él lo ha sido con el Zaragoza.