Cree que "los problemas de Abengoa no se pueden reducir a una mala gestión. Algunos cambios regulatorios han afectado, por ejemplo", afirma.
Reconoce que en este último año han hecho un trabajo "extraordinario para que Abengoa no quebrara, pero que "cuando baja tanto el precio del petróleo, lo que era un buen negocio deja de serlo".