CON ALBERTO APARICI

Aparici en órbita: El transistor, un invento que cambió la historia

Con Alberto Aparici yJulio Martos, profesor en el Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universitat de València, hablamos de la invención del transistor, el invento más revolucionario de los últimos 100 años. ¿Cómo funcionan por dentro los transistores? ¿Qué tienen que ver los transistores con miniaturizar la electrónica?

ondacero.es

Madrid | 23.11.2023 13:18

Esta es la historia de un trío de científicos, los tres físicos, que se pasaron dos años peleándose con un artefacto que se negaba a funcionar.

La electrónica no es el invento del que vamos a hablar hoy, porque ya existían aparatos electrónicos a principios de 1900: por ejemplo, teléfonos y radios. Lo que pasa es que estos primeros aparatos eran caros y a menudo también grandes. Todavía no estábamos en la época en que podía haber uno en cada casa.

Un problema que se encontraban los ingenieros de hace 100 años es cómo convertir una corriente pequeña en una más grande. Por ejemplo, en un aparato de radio: las ondas de radio llegan a la antena y producen una corriente eléctrica. Pero esta corriente es mínima, muy débil. Hay que amplificarla para que eso se pueda escuchar en el altavoz.

Nuestros tres protagonistas querían fabricar un aparato que hiciera exactamente eso. Uno que fuera pequeño y barato. Y creían que la clave del asunto estaba en el silicio: una lámina pequeña de silicio podía hacer lo mismo que se hacía en ese momento con tubos de vacío, que ocupaban mucho y consumían una barbaridad. Pero el invento se negaba a funcionar. No importa cómo conectaran el circuito con el silicio, ahí no pasaba nada. Durante dos años no sólo hicieron todas las pruebas posibles, sino que publicaron varios artículos sobre qué hacían los electrones dentro del silicio.

Hasta que llegó… el momento eureka. El secreto estaba en que el cable que entraba en el silicio y el que salía habían de estar muy, muy cerca: a menos de 0,1 mm. Con los cables así dispuestos, el silicio les devolvió su corriente multiplicada por 15. Tenían el amplificador que buscaban, y era más o menos del tamaño de una nuez.

El invento aún no tenía nombre, pero se lo pondrían pocos meses después: había nacido el primer transistor.