Pepe Reina volvió a ser el maestro de ceremonias para el final de fiesta de la selección en Madrid.
Como después de los éxitos de la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010, el portero del Liverpool volvió a encargarse de animar a la multitud y de presentar, uno por uno y con su particular verborrea, a los miembros de la selección.
Fue el final de una tarde en la que los jugadores pudieron recibir el cariño de la afición paseando por las calles más céntricas de Madrid, en un trayecto que fue desde La Zarzuela, donde fueron recibidos el por Rey Juan Carlos, hasta La Cibeles, lugar elegido para el fin de fiesta.