Hoy hay varios debates abiertos en España. Si la figura del fijo discontinuo está distorsionando el conteo del paro, si la bajada del IVA de los alimentos se nota o no se nota en la compra diaria, qué es el derecho constructivista, si los jueces deben elegir a los jueces… ¡Si se dice reif o rave! Esto a los de una cierta edad que llevamos toda la vida escuchando reif nos tiene locos, porque de repente desde ayer escuchamos por todos lados rave, rave, la rave de La Peza.
A la reif le ha pasado lo contrario que a Sangenjo. Ahora todo el mundo lo ha castellanizado. Sanxenxo y rave. Lo de la rave suena autoparódico, ¿no?
Bueno, como es que la rave ha entrado en su vida, se preguntará usted. Porque los españoles están fascinados con el aguante por un lado de los vecinos y autoridades de La Peza y por el otro de la fisiología de los 1500 tipos que están de rave ilegal en un terreno rústico de esta localidad granadina desde hace ya cinco días. Cumplen cinco días y han dicho que no se van. Se van a quedar de farra hasta después de Reyes. Así que van a esperar allí a sus Majestades los Reyes en la confianza de que sean benevolentes y les dejen algo porque bien, bien, seguro que no se han portado.
El alcalde no es partidario de desalojar porque dice que va a ser peor el remedio que la enfermedad. De hecho la Guardia Civil ahora más que en sacarlos de ahí, se afana en que no entre nadie más. Porque desde ayer han comenzado a acudir algunos fiesteros que quieren disfrutar unos días del magno evento. Lo que empezó con el boca a boca, con el móvil a móvil, ya ha saltado a las redes primero y luego a los medios y hay gente que se da por enterada.
La charla de esta mañana del alcalde de La Peza Fernando Álvarez con Carlos Alsina en Más de Uno, nos ha dejado bastante estupefactos. A ver, los detalles. El terreno es propiedad del ayuntamiento, en ningún caso la fiesta había sido autorizada, no al menos en esos términos masivos. El alcalde no es partidario de desalojar y lo que más le sorprende es que para darse una fiesta, antes construyeron todo un poblado.
Esta mañana, otro testimonio radiofónico nos ha dejado también bastante estupefactos. Es la concepción del derecho que tiene la otra candidata, además de Conde Pumpido, para presidir el Tribunal Constitucional, Maria Luisa Balaguer
Esto de ir más allá de la ley es algo verdaderamente desconcertante, por cuanto que se sepa los magistrados del Constitucional son intérpretes del texto no redactores de la Constitución. Bueno, es que ni siquiera son legisladores, que esa tarea corresponde a aquellos que han elegido los españoles. Es curioso porque precisamente Balaguer expresó en un voto particular que el órgano de garantías no puede maniatar a la soberanía nacional… peor aún será que la usurpe. Bueno, pues entre Balaguer y Conde Pumpido se librará la presidencia del Tribunal Constitucional.
Recuerdo un artículo que firmó en El Confidencial hace unos días José Antonio Zarzalejos. Decía Zarzalejos que el Constitucional se debatía entre la disrupción (Balaguer) y la sumisión (Conde-Pumpido). Si Conde-Pumpido asumiese la presidencia, el Tribunal sería abiertamente gubernamental, lo que en absoluto ocurriría si es elegida María Luisa Balaguer. Ahora que en cambio habría una presidencia disruptiva. Parece que estas palabras de Balaguer en Radio Nacional así lo confirman.
Hoy los españoles han ido cargar las neveras tras el regreso de las vacaciones y con la ilusión de que los alimentos básicos tendrían una rebajita.
Les voy a leer dos titulares de dos periódicos poco sospechosos de animadversión a este Gobierno. Dice El País: «La bajada del IVA ya se nota en el supermercado». Dice La Vanguardia: «La rebaja del IVA apenas se nota en la cesta de la compra»
Hombre… generalmente El País y La Vanguardia suelen coincidir más, eh. Al ver la factura, aquellos que tuvieran grandes expectativas de ahorro se habrán llevado una decepción, porque es verdad que algunos de los alimentos necesarios que son más caros no están incluidos en la cesta a la que el gobierno le ha bajado el IVA.
Hay opinadores de puro fervor oficialista que han decidido echarle la culpa a los comerciantes. No, los comerciantes por lo general quieren mantener sus margenes pero con precios bajos, porque necesitan que la gente compre y consuma. Lo que no quiere nadie es arruinarse. ¿Qué ha ocurrido?: es más sencillo. Primero, que la habitual campanería política del gobierno y sus esforzadísimas majorettes ha hecho que las expectativas se dispararan y una medida objetivamente buena, que desde luego en algo contribuye a paliar el desgaste de las familias españolas, termina convertida en una decepción.
Hombre es que hoy El País titula ‘La bajada del IVA ya se nota en el supermercado’. ¿Notarse? Todavía no, pero en algo aliviará las maltrechas economías familiares.
Mientras tanto los panaderos sigue elevando su protesta porque se les ha puesto imposible ganar dinero vendiendo lo suyo. Justo en esta semana de Reyes, en que en todas las casas de bien se pone un roscón a la mesa, los panaderos están diciéndole a quienes les quiere escuchar que sus negocios están estrangulados, que la subida de las materias primas ha reducido sus beneficios hasta la miseria y que eso hace peligrar a tantas tahonas y panaderías de barrio.
La noticia en España es el dato del paro, que permite a la vez hacer un balance anual y coyuntural… y quizás ese sea el problema. Que la economía puede llamarse a sí misma ciencia pero es tal el margen de interpretación que un mismo dato permite lectura tan dispares como la que hoy van a escuchar.
El eufórico es Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Economía y el parco es Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP. Veamos. De lo que no hay duda es de que el empleo es de lo que mejor está resistiendo de la economía española. 268mil personas han salido de las listas del paro en todo el año 2022, así que el paro se sitúa en su nivel más bajo desde 2007. Que baje el paro es bueno. Esta es una de las escasísimas coincidencias que hay entre todos los partidos españoles.
Ahora la divergencia está en si la figura del fijo-discontinuo está distorsionando la contabilidad del paro. Porque no sólo el PP sino también incluso algunos sindicatos están cuestionando que la calidad de los contratos esté realmente mejorando, porque dicen que se están contando como ocupadas a personas que trabajan de manera intermitente.