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Rafa Latorre: "Si España es ese infierno para las mujeres que describe Montero, algo tendrá que ver el partido que más tiempo ha gobernado"

El monólogo de Rafa Latorre en La Brújula con su opinión sobre la actualidad política

ondacero.es

Madrid | 07.02.2023 20:27

Desde luego que estamos ante un espectáculo fascinante. Unidas Podemos bautiza el Código Penal elaborado por los socialistas como el Código de la Manada ante la impavidez del PSOE.

Es que este testimonio de Irene Montero recabado hoy en los pasillos del Senado merece ser analizado minuciosamente. Porque es un testimonio de época. Primero el Código al que se refiere Irene Montero como de la Manada, fue redactado y aprobado por el PSOE. Qué es Alberto Belloch, ¿el Prenda? Pero cómo pueden soportar este insulto los socialistas de alguien que se sienta con ellos en el Consejo de Ministros. Si España es ese infierno para las mujeres que describe Montero, en algo tendrá que ver el partido que durante más tiempo ha gobernado España, el que ha forjado el núcleo de su derecho penal.

Esto del calvario probatorio, primero, lo dice para desacreditar a la ministra de Justicia Pilar Llop, que hoy en la Cadena Ser quiso explicarse y casi se le escapa la verdad. Que efectivamente están tratando de regresar al modelo anterior, de gradación de los delitos que acota el margen de interpretación del juez. Hay un gráfico hoy en El País que es tan revelador que no necesita ni siquiera un texto que lo acompañe. Es una comparación de como era el Código antes del sí es sí, de como es con el sí es sí y como sería de aprobarse la proposición socialista. Las horquillas de penas son exactamente iguales entre el primer código y la proposición socialista. Y no sólo es una cuestión de horquillas porque la reforma es más profunda porque los problemas de la ley Montero son más profundos. El texto de Justicia devuelve a su lugar la violencia sexual solo que lo engloba todo, violencia y no violencia, en el concepto de agresión para evitar la palabra abuso y con ello el bochorno de reconocer que todo esto ha sido para nada.

Bueno, para nada. Para beneficio de más de 400 delincuentes sexuales condenados en firme.

Hoy ya desde su escaño en el Senado, para que quede en las actas registrado, por si a los historiadores del futuro les da por revisarlo, Irene Montero ha vuelto a referirse al Código Penal elaborado y aprobado por el PSOE como el Código de la Manada. Bien es cierto es que la lucha ya es descarnado y se produce a cielo abierto. A Pedro Sánchez ya le han llamado cobarde, ahora la han tomado con la ministra de Justicia Pilar Llop, Victoria Rosell ha vaticinado nuevas excarcelaciones si se aprueba la proposición y aún quedan por escuchas nuevas invectivas porque el enfrentamiento va subiendo de tono y no se advierte el final de la escalada.

Por cierto que esto del calvatorio. Cuando hay un 90% de las violaciones que no se denuncian es de un irresponsabilidad criminal describir el proceso de la denuncia como si un policía rijoso y con olor a ajo te midiera la falda y te sometiera a un interrogatorio inquisitivo. En las comisarias hay profesionales mujeres adiestradas y formadas para atender a las victimas y lo hacen con una extraordinaria sensibilidad pero todo vale ya. Incluso sembrar la duda en lugar de incentivar la denuncia.

Hoy Pedro Sánchez ha reunido a sus congresistas y senadores para explicarles… supongo que para explicarles la razón por las que les hizo votar una ley que se ha revelado deficiente. En su alocución hay una frase significativa pero no demasiado gallarda. Esto de «y me quedo corto».

Llegado a este punto conviene hacer recuento. La proposición del PSOE no tiene los votos confirmados de ninguno de sus socios. Los únicos votos que por ahora tiene a mano para reformar la ley del sólo sí es sí son los del PP. Y lo que ahora no puede permitirse Pedro Sánchez es un acto fallido. ¿Los socios de coalición? Por ahora no. Escuchen la pregunta que le han hecho a Gabriel Rufián y su respuesta.

¿Y Yolanda Díaz? Bueno, es difícil saber qué es exactamente Yolanda Díaz porque parece un casco azul. Saben ustedes estas fuerzas de interposición que no intervienen en un conflicto sino que son enviadas para evitar que las partes se maten entre sí. Bueno, pues así Yolanda Díaz

En el frente internacional hay dos noticias a los que no dejaremos de prestar atención. Uno es el discurso sobre el Estado de la Unión que esta noche en Estados Unidos, madrugada en España, pronuncia Joe Biden en pleno escándalo por el tránsito de globos chino, la demora en responder a la provocación o al espionaje y a las acusaciones de debilidad por parte de los republicanos.

En Siria y Turquía la tragedia se agrava con el paso de las horas. Ha seguido temblando la tierra en réplicas registradas esta madrugada y el conteo de víctimas mortales sigue subiendo.

Más de 5mil muertos ya. Serán más. Esto que escuchan es el rescate de una niña en Hatay. Le dicen que vaya sin miedo que la recogerán y la historia termina felizmente. Pero hay otras historias que siguen bajo los escombros y que cada minuto que pasa es más improbable que terminen felizmente.

De entre las historias terribles que llegan de Siria o Turquía, pocas estremecen como las peticiones de auxilio que llegan de entre los escombros. Los miles que se encuentran atrapados desde la madrugada de ayer han empezado a enviar notas de audio, como si echaran mensaje en una botella al mar, por si alguien pudiera encontrarlos antes de que sea demasiado tarde.

El que habla es un superviviente que ha sido acogido en el campo de Malatya, en Turquía. Se ha producido un enorme despliegue de medios para ayudar a estas regiones devastadas. A esta hora no cesan de aterrizar aeronaves con material médico y recursos humanos para unas tareas de rescate y reconstrucción que se antojan titánicas.