Traigo las notas del día dos después del escándalo del sí es sí. No me quito de la cabeza. Montero, cada vez más sola, anda por ahí defendiendo la construcción del estado feminista mientras le crecen los enanos y los abusadores sexuales. El abogado de La Manada asegura que uno de ellos pedirá la revisión de la pena. Así es cómo la Ley del Sí es Sí puso en la calle a los de la Manada. Mientras Irene y sus vestales andaban de viaje en Nueva York y se tiraban selfies de chulapas neocastizas de Manhattan, resulta que estaban reduciendo la condena del Prenda. O la condena de otra de esas criaturas, no sé cuál porque a mí esa gentuza es que me parecen todos iguales.
Y tú que miras el techo de tu habitación en penumbra o que quizás acabes de echar un vistazo a los niños dormidos te estarás preguntando: ¿Pero no va a dimitir Montero? Pues no. No va a dimitir Montero porque los políticos ya no dimiten. Ahora los políticos hacen tiempo y esperan a que pase lo siguiente. Como lo del sí es sí tapó el escándalo de la malversación y la malversación lo de la sedición y la sedición lo de Marlaska y así van los chandríos de unos van tapando lo de los otros como la mancha de la mora, lo del clavo que saca otro clavo y mis legendarias resacas.
Y si te digo la verdad, ya es triste que la esperanza de un gobierno para tapar sus errores sea cometer errores nuevos y así, mientras más mete la pata Sánchez, mejor le va.