Hoy, la muñeca más famosa del mundo ha llegado por fin a la gran pantalla y lo ha hecho en carne y hueso con Margot Robbie como protagonista. Desde que Ruth Handler decidiera en 1959 crear al icono de plástico, el imperio de Mattel ha seguido en pie. Es cierto que en 2014 casi echan el cierre por su caída de ventas debido a los estándares de belleza que promovía su figura, pero la empresa juguetera supo adaptar a Barbie a la nueva sociedad en la que vivía y consiguió mantenerse a flote. Hoy, Mattel y la propia Barbie están viviendo su renacimiento.
Desde que el mundo supo del estreno de la película Barbie, una nueva revolución de color rosa dio comienzo. La juguetera Mattel ha experimentado un crecimiento exponencial de sus ventas y el precio de sus acciones ha aumentado más de un 22% en lo que llevamos de año. Además, la empresa ha cerrado todas las sesiones de bolsa en julio, con nuevos máximos.
Pero, eso no es todo, la propia productora de la película ha llevado a cabo diversas estrategias de marketing para su promoción como la puesta en alquiler de la mansión Malibú Dreamhouse en la plataforma digital de alojamientos Airbnb, que es una réplica de la casa de Barbie; o el lanzamiento de un menú especial de comida rápida, en algunos locales de Burguer King, inspirado en la película.
La fiebre rosa ha llegado también a la moda, y hasta ha inspirado una tendencia nueva bautizada como “Barbiecore”, el propio Inditex ha creado una colección cápsula basada en ese estilo e inspirada en los looks que llevan los personajes de la película para Zara. Algunas piezas llevan agotadas desde el día de su lanzamiento y ya hay quien las revende en plataformas de compra-venta de ropa de segunda mano por más de 200€.
La película se estrena consiguiendo los mayores datos de preventa de entradas desde que se estrenara la última de Avatar y promete ser un éxito en taquilla y espera conseguir una recaudación global que ronde los 165 millones de dólares, lo que cubriría los gastos de producción del largometraje que suman un total de 145 millones de dólares.
Para terminar, una curiosidad, no cabe duda de que el rosa es el color de Barbie por excelencia, tanto es así que, para pintar los decorados, las existencias de tonos rosas se agotaron en todo el mundo.
David Martos, el director de Kinótico, explica que es una película que cuestiona el patriarcado y que "ha dado la vuelta al mito de Barbie". También argumenta Martos cómo lo que pone en relieve el film es que hay que estar empoderado, pero también ser humano.
