OPINIÓN EN LA BRÚJULA

La carta de Ónega a los sanitarios: "Jamás nos habéis fallado"

Buenas noches a los médicos y a los enfermeros y enfermeras, a los MIR, a los jubilados y recién titulados que habéis sido llamados u os habéis presentado voluntarios, a los celadores, a los conductores de ambulancia, al personal de limpieza y otros servicios de los hospitales.

ondacero.es

Madrid |

Buenas noches a todo el personal sanitario. Cinco mil cuatrocientos de vosotros han sido infectados por el virus. De todos los miles de contagiados, suponen el 13,6 por ciento y ayer erais solo el 12 por ciento. Pero no hay noticia de un desmayo, ni de un abandono, ni siquiera de un desaliento.

No pretendo ser original, porque ya nadie es original en nada, y por eso repito lo que tanto se ha dicho de vosotros: sois los héroes de la lucha contra la pandemia. Cada noche, puntualmente a las ocho, este país abre sus ventanas y se asoma a los balcones para aplaudiros.

A lo mejor quienes aplauden y vitorean nos han visto jamás vuestro rostro ni conocen vuestros nombres. Pero les basta saber que estáis ahí, guardianes y garantes de la salud pública; una especie de tesoro nacional que habéis sufrido recortes, que habéis hecho mareas blancas y mareas verdes, pero jamás nos habéis fallado.

Leo que sois menos que antes de esos recortes, quizá porque nadie contaba con la llegada de este bicho. Y ahora os hemos visto celebrando el primer dado de alta en una UCI.

Los enfermos son vuestra familia. Cada uno que se salva, y se salvan más que fallecen, es como un milagro. Un milagro hecho por ti, doctor. Y por ti, doctora. Un milagro al que tú tanto has ayudado, enfermera. Un milagro sin saber qué medicamento proporcionarles.

Un milagro como todos los milagros. Os hemos visto también cómo sufríais la carencia de mascarillas y prendas de seguridad, como si se tratase de un material de joyería, sujeto a las leyes del mercado y a toda especulación.

Y os estamos viendo, como siempre, empalmando guardias, 24 y más horas sin parar. Y tampoco eso os detuvo. Es muy tarde, sanitarios, para salir al balcón a aplaudir y cantaros. Pero abro este ventanal de la radio para sumarme a los millones de voces de este país que os dicen una sola palabra: gracias. Emocionadamente, gracias. Con el corazón en la mano, muchas gracias.