En el año 2001 se estrenaba 'Una rubia muy especial', una película donde la protagonista rompía con los prejuicios de su entorno, de poder ser inteligente siendo rubia. Veinte años después llega a Madrid para representarse teatralmente.
Los actores Lucía Ambrosini y Ricky Merino son los encargados de representarla y nos atienden hoy antes del último ensayo general. Ricky nos cuenta que "la propia película tiene un estereotipo, está envuelta en clichés y estereotipos y se piensa que es película de brilli brilli, superficial... pero detrás hay una historia de valía, de tener que demostrar el cuádruple". La obra por tanto es una obra de denuncia, que realza la figura de ella.
Lucía argumenta que la protagonista Elle Woods "no tiene que modificar su personalidad en el trabajo, ella es lo que es y eso es maravilloso". Es muy importante el mensaje que tiene esta obra porque sigue siendo una problemática hoy en día, reivindica Ambrosini.
La obra ahonda sobre los estereotipos, sobre que "la gente se sigue fijando en la apariencia, en cómo es y como se viste y cómo luce" dice Merino. "Ella es lista y válida, la juzgan por ser como es, vestir como viste y ser fanática del color rosa" lo que no puede tener cabida hoy en día, explica Lucía.
Ricky cuenta que su personaje en un momento dado se da cuenta de que el mundo beneficia a los hombres y aprovecha esta situación con la que se empodera y agranda su ego. Pero realmente solo esta buscando la aprobación que necesita. En un punto de la película él recuerda que fue mejor con Elle pero su ego no le permite volver atrás por seguir sus estudios en Harvard y soportar la presión de su familia".
Reflexionan sobre la colonización americana en la cultura que "está muy expandida" mundialmente. También hablan de los prejuicios sobre el teatro musical, en el que parece que "el actor de musical es menos válido en la interpretación que el actor de texto", manifiesta Merino. Dice que "no estamos acostumbrados y quiero pensar que se está cambiando un poquito" el pensamiento.
Hablan de la dureza de su profesión en la que "hay que estar muy fuerte emocionalmente" ya que su cuerpo es el elemento principal de trabajo por lo que "hay cuidarse mucho mentalmente, tener una linda rutina física, cuidarse y quererse" dice Ambrosini.
Por último, Ricky, expone la realidad de su sacrificio "no salimos casi nunca de fiesta, no bebemos alcohol, nos seguimos formando constantemente, yo entreno cada mañana. Tenemos muchos sacrificios y no tenemos tanta vida social".