Dice que Benedicto XVI ya conocía los problemas de la Iglesia antes de ser Papa pero que le faltan las fuerzas para ejercer su Ministerio. Comenta que en España "no teníamos noticia de que ayer se iba a producir la renuncia pero no es extraño".
Explica que en el breve texto que leyó Benedicto XVI "dice una frase que encierra una explicación suficiente: se trata de un mundo de cambios rapidisimos y perturbado por graves problemas que afectan a la vidad de la fe" y apunta "él ha dicho claramente que el problema principal que enfrenta a a Iglesia es el problema del olvido de Dios y del relativismo que ello conlleva".