Sin embargo, ha apuntado que la clase media no se encuentra en una situación de liquidez cómoda, lo que se traduce en una reducción de las estancias y del dinero para gastar. "Hay menos dinero disponible, hay menos dinero para utilizar en las vacaciones y se tiene que controlar. Se hace de manera selectiva y se reduce lo más superfluo como las salidas de la noche, las cenas, alguna copa...., y se van sustituyendo por formas de diversión más económicas.
También hemos notado una reducción en la estancia y en los viajes hacia fuera de España y los viajes en los puentes y fines de semana". En relación con la disminución en un 8 por 100 del turismo en el mes de julio, Maciñeiras ha asegurado que "es una cifra que hay que verla con mucho cuidado y hay que analizarla". "Si nos vamos a los detalles, el acumulado de enero a julio es superior al acumulado en el mismo periodo del 2007. En julio parece que ha fallado el turismo de proximidad, el que se realiza en coche básicamente por familias procedentes de Francia, Portugal e Italia".