Herrera comenta que el movimiento 15-M “después de los calentones previos en forma de acampada han llegado al asedio final en una danza violenta que se venía anunciando y con la pasividad del Ministerio del Interior, obvio por otra parte ya que el propio Rubalcaba decía que simpatizaba con ello”. Cree que el 15-M es “una organización casi anónima y acéfala” y subraya que “no tiene sentido que un acampado le diga a otro que no es el auténtico”.
Editorial Herrera: Los acampados cruzan la línea roja
Herrera comenta que el movimiento 15-M “después de los calentones previos en forma de acampada han llegado al asedio final en una danza violenta que se venía anunciando y con la pasividad del Ministerio del Interior, obvio por otra parte ya que el propio Rubalcaba decía que simpatizaba con ello”. Cree que el 15-M es “una organización casi anónima y acéfala” y subraya que “no tiene sentido que un acampado le diga a otro que no es el auténtico”.